Cuando perdonar duele... #REFLEXIÓN
8 Mar, 2023
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     En la vida existen sufrimientos y dolores de toda clase, una de ellas son las heridas que nos causan otras personas, como pueden ser: agresiones físicas, insultos, menosprecios, indiferencia y demás. Algunas son originidas por problemas internos de la propia persona que no los ha resuelto e incluso a veces puede que ni se haya dado cuenta de ello, desencadenando así, un desorden en su comportamiento al convivir con quienes la rodea .

Sin embargo, en otras ocasiones pueden haber ciertos motivos que la lleve a actuar de esa manera, aunque obviamente no están justificadas porque nadie debería reaccionar así. También pueden realizar acciones dañinas que se tratan de otro calibre, debido a que producen resultados muy peligrosos, donde hasta se puede llegar a correr el riesgo de perder la vida, estos casos son claramente condenables y requieren llevar a cabo duras medidas.



      Somos humanos y a nadie le gusta que le ofendan, pero no se puede negar que cuando lo hacen nos inclinamos a desearle lo peor, esperando que la vida le pague por lo que hizo, pensando en que el karma le va a llegar. Esta realidad nos nubla la vista, nos mantiene prisioneros de los recuerdos dolorosos. El corazón herido comienza a transformarse en una fuente de amargura y resentimientos. Generalmente se piensa que los actos viles no merecen el perdón de la persona que ha sido ofendida, sin embargo, a largo plazo ese rencor, ese odio va destruyendo nuestra alma y produce un malestar que no nos permite obtener paz. Sé que es difícil perdonar, incluso aquellas acciones que consideramos de otro nivel por ser totalmente perjudiciales, pero el no perdonar lo que causará es que esa persona permanezca en nuestra mente, los pensamientos maquinarán cosas horribles contra su vida, incitando en algunos casos a la venganza. Esto no es sano, solo trae más angustia y sufrimiento.



     Es importante oponerse al orgullo y de una vez por todas desprenderse de lo que sucedió, soltar a esa persona y no insistir al respecto. Porque nadie está excento de cometer errores, todos somos propensos a inclinarnos hacia el mal, realmente no somos de fiar. No existe realmente una persona buena como tal.



     Ahora bien, la única forma para perdonar completamente es por medio de Jesús, no podemos expresar un perdón genuino si no sabemos el concepto de amor en verdad. El Señor Jesús fue y es actualmente el mejor ejemplo a seguir en cuanto a este tema. Esto fue lo que enseñó: »¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo, pues él es bondadoso con los que son desagradecidos y perversos. (Lucas 6:36).



      Cabe destacar que vos y yo hemos cometido tantos pecados en contra de Dios. Los seres humanos se han dirigido por sus propios caminos perversos e ignorando a Dios, siendo orgullosos, creyendo que no habría ningún incoveniente en realizar lo que quisieran, sin que hubiera algún árbitro que regule sus vidas. Sin embargo, a pesar de esto, Dios aún así deseó reconciliarnos con él por medio de su hijo Jesús, porque la separación entre los hombres y Dios es el pecado, nos hace vivir esclavos, dependiendo de los deseos y pasiones torcidas. No trae consigo ningún beneficio duradero estar en esta condición. La gran alegría es que Jesús llegó un día para tomar el lugar que merecíamos al pagar por nuestros pecados. Ahora bien, para acceder al gran regalo de la salvación es necesario creer que Jesús es el Salvador de nuestras vidas, y por medio de la fe Dios nos encuentra justificados delante de su presencia. Vivir en libertad significa abandonar aquellas prácticas, hábitos, y formas de pensar que nos mantienen cautivos, de manera tal, que llevemos una nueva vida en Cristo Jesús, perseverando en sus enseñanzas y siendo transformardos por el Espíritu Santo.



       Jesús es la máxima expresión de amor que podemos conocer. Cuando él estaba en la cruz, los que lo coloracon allí se burlaban de él y esto fue lo que él dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados. (Lucas 23:34).
Cuando no perdonamos nuestro corazón se endurece y le dificulta relacionarse con Dios. Es crucial soltar esa carga. Debo agregar que perdonar tampoco significa reconciliarse porque hay casos donde no lo ameritan. Pero implica saldar una deuda.



      Te invito a reflexionar en este pasaje: "pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". (1 juan 1:9).



       Espero que pueda ser de bendición para tu vida y que puedas reflexionar profundamente en ello. Te deseo muchas bendiciones. Saludos.

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Laura16 497 puntos 8 Mar, 2023 Laura16 497 puntos
echaba de menos tus textos ❤️
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8 Mar, 2023
Portavoz 96 puntos 8 Mar, 2023 Portavoz 96 puntos
Muchas gracias ✨❤️
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