A veces me pongo a pensar cuando me abrazas o te veo durmiendo en mi cama, ¿Cómo te voy a decir que sí y no a todo eso que me pidas o preguntes?, en serio lo pienso mucho, porque esos ojos con los que me vez me vuelven loca, esos brazos con los que me tomas todos los días, y tu olor, ese olor que me acaricia fina y delicadamente que si un día desaparecen de mi vida, no creo volverme loca, pero me dejará muy lastimada.

Me pregunto ¿Cómo te diré que nunca me quiero alejar de ti?, o que pienses en alguien mas si no es en mí, porque yo te quiero llevar al cielo, en avión, te quiero mostrar que las nubes pueden llegar a ser mas suaves que el algodón de azúcar, que no se pueden ver bien estando entre ellas porque son tan blancas, quiero que viajemos al fin del mundo o también a Chichén Itzá a descubrir nuevos misterios entre medio de la noche y los árboles, o también podemos ir al Río de Janeiro en Brasil y llegar hasta lo más alto de La estatua del Cristo Redentor, pero lo que nunca quiero es ir a China y que no separe La Gran Muralla.

Mejor caminemos hasta lo mas alto, hasta llegar a Machu Picchu, en Cuzco Perú, para poder montar unas llamas que nos lleven hasta El Coliseo en Roma y ahí tomar muchas fotos, podemos cambiar de transporte a unos grandiosos camellos para llegar a la Ciudad Rosa y poder visitar a Petra, en Jordania, y en último lugar donde quiero que vayamos sería al Taj Mahal, en la ciudad de Agra en India, y a todos esos lugares quiero viajar contigo.