Todos los seres humanos tienen un inicio y un final en esta vida temporal como lo conocemos. Muchas veces nos encontramos tan ocupados o enfocados en otras cosas e incluso tratamos de ignorarlo porque pensamos que la muerte es un tema que no se debe tocar, otros tienen temor de que en algún momento llegue ese día .

Algunos creen que nuestra vida culmina allí en la tumba, y que no existimos después de ese momento, en otra dimensión. Sin embargo, ¿qué sentido tendría todo lo que viviendo ahora?¿Y los recuerdos, los momentos vividos, las personas que amamos, etc?¿Todo finaliza allí?
       Hoy te quiero responder, desde un punto de vista bíblico. En donde, la biblia relata que el pecado ingresó por Adán, y todos los descendientes, es decir, toda la especie humana está ligada a la muerte física, porque tomamos la decisión de rebelarnos contra Dios y conducirnos bajo nuestras propias leyes. El orgullo dió a lugar, desencadenando la maldición de la muerte, entre otros males.
       Según la palabra de Dios estamos compuestos por espíritu, alma y cuerpo. Como ya vimos, el cuerpo se va deteriorando, pero también se produce una muerte espiritual que como consecuencia, existe una separación entre nosotros y Dios. De este modo, no solo causó este triste resultado, sino que a su vez, nos desconectamos del Creador. Fuimos dirigiéndonos por la vida sin rumbo, sin un propósito trascendente. Dice en Romanos 5:12 "Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron".
       

       Dios fue consciente de lo que sucedía y tuvo compasión de la raza humana, aún cuando no lo merecíamos, porque cabe destacar que tendemos hacia el mal, somos autodestructivos, y generamos conflictos con el entorno aunque intentemos no hacerlo. Entonces él, a pesar de ver cual sería nuestro destino final, porque claramente debemos pagar por los malos actos cometidos, envió a Jesús como rescate para nuestras almas, si lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador podremos gozar del regalo de la salvación, para que luego de la muerte podamos disfrutar de una eternidad con él. Pero debemos arrepentirnos de nuestros pecados y abandonar la mala, vana manera de vivir, estando dispuestos a obedecer sus mandatos que son para nuestro bien. En Romanos 5:14-17 dice "Sin embargo, desde los tiempos de Adán hasta los de Moisés, todos murieron, incluso los que no desobedecieron un mandamiento explícito de Dios como lo hizo Adán. Ahora bien, Adán es un símbolo, una representación de Cristo, quien aún tenía que venir; pero hay una gran diferencia entre el pecado de Adán y el regalo del favor inmerecido de Dios. Pues el pecado de un solo hombre, Adán, trajo muerte a muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su perdón para muchos por medio de otro hombre, Jesucristo; y el resultado del regalo del favor inmerecido de Dios es muy diferente de la consecuencia del pecado de ese primer hombre. Pues el pecado de Adán llevó a la condenación, pero el regalo de Dios nos lleva a ser declarados justos a los ojos de Dios, a pesar de que somos culpables de muchos pecados. Pues el pecado de un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.

        Por medio de Jesucristo podemos tener vida espiritual, que nos ayudará a estar comunicados con Dios. También, es necesario mencionar, que por los pecados somos condenados y merecemos el infierno, sin embargo, si creemos en la persona de Jesús formamos parte de su pueblo, tenemos la garantía de que habitaremos junto con él en el paraíso. En Juan 14:2 Jesús afirma lo siguiente... "En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?

         Te dejo este pasaje bíblico para reflexionar: "La ley de Dios fue entregada para que toda la gente se diera cuenta de la magnitud de su pecado, pero mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia maravillosa de Dios. Entonces, así como el pecado reinó sobre todos y los llevó a la muerte, ahora reina en cambio la gracia maravillosa de Dios, la cual nos pone en la relación correcta con él y nos da como resultado la vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor". Romanos 5:20-21.
       

       Gracias por haber leído hasta el final, quizás tengas una opinión diferente con respecto a este tema, sin embargo, considero importante expresar esta pespectiva bíblica acerca de la muerte. Está en cada quién aceptarla o rechazarla. Espero que este contenido pueda serte de ayuda y te deseo muchas bendiciones. Saludos.