A todos nos llegan esos días en los que nos sentimos extremadamente felices y agradecidos, por el hecho de que algo ha sucedido en nuestras vidas, ¡algo bueno!

Y por supuesto, queremos compartirlo, para que otros se alegren juntamente con nosotros. Nos sentimos tan contentos y felices, que queremos compartirlo con los demás.

"He sacado un 10 en el examen" "Hemos conseguido alquilar un piso a buen precio" "Me compré el nuevo Iphone" "Por fin he podido comprar el coche que quería" "Encontré el vestido perfecto para la fiesta".

Pero, hay un sentimiento tan horrible que pulula en medio de la sociedad.. .Hace que esas caras ilusionadas y emocionadas, contentas, alegres por su "bendición", cambien completamente.

Acudes, ilusionado, a compartir con los demás, tu bendición, aquél acontecimiento bueno que te ha pasado, esperando, (por supuesto, piensas), que los demás se alegren contigo, pero en lugar de ello, te encuentras cara a cara con ese sentimiento llamado "ENVIDIA".

Y, en lugar de recibir respuestas como: ¡"Vaya! ¡qué bien, me alegro por tí!", te encuentras con este tipo de respuestas:

"Has sacado un 10 porque le haces la pelota a la profesora" "Seguro que vuestro piso no tiene calefacción central. Está muy lejos del centro. ¿Sin ascensor? ppss... " "Pssss.. yo prefiero un Smartphone. Verás como se te estropee.." "¿Colo rojo? Haberlo cogido en negro o blanco. ¿Y los caballos?. Seguro que gasta mucha gasolina" "Nena, ese vestido no te queda bien, (cuando le queda estupendamente). Yo que tú, me pondría otro".

Se escarba profundamente, hasta encontrar cualquier cosa negativa a aquello tan bueno que te ha sucedido.
La envidia hace este tipo de cosas. La podemos ver en todas partes. La puedo ver en todas partes, moviéndose entre la sociedad.

Veo respuestas negativas ante comentarios, experiencias, bendiciones que les comparten. Veo las caras de las personas, ilusionadas, esperando que los demás se ilusionen con ellas, pero en lugar de ello, se encuentran con respuestas negativas.... Cuando te encuentres ante estas situaciones, sepas amig@ mio, que esa o esas personas tienen ENVIDIA.

Y te digo, no te sientas mal, nunca! Por aquello bueno que te ha pasado, sino alégrate con aquellos que de verdad se alegran por ti, y por lo tanto, quieren tu bien.