Me di cuenta de esto cuando sentí que le daba más importancia a la vida de otros…
Veía como los demás estaban alcanzando la meta de la vida, pero yo me estancaba y no lograba nada… y nunca me di cuenta.
Nunca me di cuenta del tesoro que me perdía y solo estaba a mí alrededor…
La meta de esta vida es ser feliz… meta que no estaba cumpliendo.
Meta, que les impedía lograr a otros…
Comprendí, que no vivía la vida y ya me disculpe con Dios por no gozar del mayor regalo que me brindo.
La envidia y la hipocresía se apoderaron de mí ser…
Hoy, ya vivo la vida a mi manera, dejo vivir a los demás, disfruto mi vida y sigo esforzándome para cumplir la meta de la vida: “SER FELIZ” .