Todos hemos tenido malas experiencias, todos alguna vez nos hemos sentido decepcionados, tristes, heridos, por algún acontecimiento o ante alguna persona que nos ha importando mucho.

El problema de esto es que solemos ser muy pesimistas, nos creamos un miedo interior a volver a pasar por lo mismo otra vez, que cerramos todas nuestras puertas del corazón a dejar entrar, por ejemplo, a otras personas. Es posible que hayamos confiado en algún amigo, que hayamos considerado como fiel y confiable, y al final nos haya decepcionado o fallado .Es entonces cuando según nuestra experiencia, juzgamos todo y nos cerramos: ya no volveré a confiar en nadie. Todo el mundo me va a fallar.

Es posible que hayamos pasado por alguna mala experiencia amorosa desastrosa, en la que nos hayan partido el corazón, nos hayan engañado, mentido, tratado mal... Y es entonces cuando decimos: no volveré a tener pareja en mi vida.... todas las mujeres son iguales/todos los hombres son iguales.

Tendemos a generalizar, y nuestro punto de vista referente al tema sobre el cual hemos tenido malas experiencias, es totalmente negativo e incitamos y queremos convencer a los demás de que es así.

Y hoy quiero expresar y decir: NO GENERALICEMOS! No todas las mujeres ni todos los hombres son iguales. Cada persona es diferente, el que uno te falle no significa que el otro lo hará. No todos los amigos son iguales, puede que uno te falle y decepcione, pero no significa que tengas que cerrar tu corazón a otras personas.

Quizás haya personas alrededor de tí que quieran acercarse, que quieran crear una confianza contigo, que quieran ser amigos íntimos, que quieran que cuentes con ellos y a veces tenemos el corazón bien cerrado por ese miedo interior a experiencias pasadas. El pasado déjalo atrás, mira hacia adelante, mira a tu alrededor, mira las personas y ábrete a ellas. Recuerda que no todos son iguales. No tengas miedo a que te vuelvan a hacer daño ni generalices, lo que ayer pudo salir mal, hoy puede salir bien!