Aveces entregamos tanto que nos olvidamos de nosotros mismos tanto así que vemos a otra persona como algo tan maravilloso, algo único, algo que si lo dejamos ir algo de uno se va con el/ella.
Sí, eso pasó conmigo, te entregué tanto de mí que se me olvidó el valor como persona, te entregué hasta lo que no podía dar, claro! Cometí un grave error, ese típico error que no lo vemos como error al instante, sino con el tiempo .
Mi corazón se cegó, dejé que él dominara mi mente, no solo mi mente, hasta mi cuerpo. Cuando te fuiste no pude soportar tú partida, era como que mientras más te alejabas, más me aferraba a ti pero cuando veías que me acercaba, más me lastimabas, tu ego más se elevaba y yo solo me preguntaba -Por qué? No se suponía que éramos dos cuerpos en uno? Pero en ese instante empecé a entender que no se termina de conocer a las personas del todo. Aquí estoy debo decir que “NO HE SIDO LA MISMA” desde que tu corazón decidió alejarse del mío, solo aprendí a sobrevivir & aprender a superar esa ruptura que ha llevado consigo cambios dramáticos!