Hay días en los que siento un vacío en mí, siento que algo me falta, pero ese vacío se convierte en nostalgia y es tan placentero sentirlo.... puedo sentirlo desde mis entrañas.
Todo duele y sólo me dejo llevar por él, ese que me arrastra a la oscuridad, una oscuridad que carcome el alma, la destruye para luego hacerla renacer .
El dolor es inevitable y es parte de nosotros.... confieso que hay días en los que no quisiera sentirlo y otros en los que, lo anhelo tanto, que me lo provoco yo misma...
El dolor te hace ver la realidad, no apreciamos a las personas ni las cosas hasta que, lo sentimos, es justo en ese momento que todo parece tan claro, pero no sirve de nada porque te hace tomar decisiones muy tontas, si no sabes manejarlo.
Para mi el dolor es mi droga, no necesito ninguna otra. Él me lleva a sitios inexplicables, lugares que sólo yo puedo ver y sentir... son tan reales y placenteros que puedo disfrutarlos.
Aunque hay días en los que se siente dolor, hay otros en los que simplemente no se puede sentir, porque tienes todo, salud,comida, una familia que te quiere y principalmente un hombre al que amas. Todo el dolor ahora se convierte en amor y todo lo malo, se puede convertir en algo bueno, si es lo que se desea.