Sofía

Algo que Jane no menciono casi nunca y que yo debo decir porque me concierne específicamente a mi es lo que sucedió con mi caso y con mi agresor. No se imaginan lo difícil que es para mi contar esta historia en este momento, aunque ya han pasado varios años el trauma esta latente en mi interior, si no fuera por mi hermana no se que hubiese sido de mi vida.

Cuando Jane ya estaba viviendo con Sebastián, aproximadamente a los veinte años, llegó una carta a nuestra casa que iba dirigida a ella, pero el nombre del remitente fue lo que me impulso a abrir y leer su contenido antes de comentarle a ella .La carta era de la abogada que nos ayudo durante mi proceso, Jane nunca lo escribió pero después del incidente del crucero, con la doctora logramos una pequeña indemnización por parte de la agencia del crucero, pero pedimos especialmente que se dejara el caso abierto, pues queríamos tener la posibilidad de hacer justicia en algún momento de nuestras vidas; sin embargo, al abrir esa carta algo en mi revivió y recobro las esperanzas, Jane no había olvidado mi caso desde que sucedió, no importaba el tiempo, mi hermana seguía siendo mi guardiana.


La carta decía así:

"Querida Jane:

Sé que hace mucho no hablamos, dejaste muy en claro que era lo que querías buscar cuando dejamos abierto el caso de tu hermana y he estado buscando y trabajando en ello desde el día en que las conocí a ambas, sé que tú también lo has hecho, por eso te escribo hoy con unas buenas noticias para mi pero que sólo tú y tu hermana podrán determinar que hacer con esta información.

Al guardar todos los exámenes que le hicieron a tu hermana, las fotos y la declaración, guardaste el modus operandi del agresor, y con estos aspectos estuve cerca de seis meses con un grupo de psicólogos y psiquiatras que me ayudaron a realizar un posible perfil del sujeto, incluyendo las características que tu hermana incluyo de él. Sin embargo lo más importante es la noticia que recibí hoy, durante los siguientes años la agencia cambio de razón social (nombre comercial) y siguió con sus cruceros, donde curiosamente seguían sucediendo extraños casos que no salían a la luz por los acuerdos y las indemnizaciones por parte de la empresa.

El caso es que desde que diste ese discurso en la marcha feminista la policía ha estado detrás de la agencia sin que se dieran cuenta, en tú discurso al dar ciertas descripciones la policía las utilizó para hacer el seguimiento y hace unos días capturaron al sujeto. Claro esta que fui yo la que facilito tú discurso y toda la información que guardaste de Sofía, pero ellos hicieron el seguimiento con las demás familias afectadas. Al parecer uno de los trabajadores del barco llevaba siempre a sus hijos abordo, ellos repartían drogas y el escogía y violaba a algunas chicas, o les tomaba fotos y vídeos para venderlos como pornografía, y la razón por la que la empresa era tan serena o extraña en estos casos era porque recibían un alto porcentaje de estas iban para la empresa.

Hace tres días hubo un suceso similar, pero lo que no sabían era que había sido todo preparado, la policía se infiltro y pusieron a una agente que se veía mucho más joven como carnada, al seguirla se dieron cuenta del sujeto, ahora todos están arrestados y siendo judicializados y necesitamos que todas las víctimas testifiquen. Sé que no todas estás dispuestas, pero te conozco y sé que ustedes lo harán y con eso daremos fuerza a las demás.

Lo logramos Jane, espero saber pronto de ti.
Con cariño.
Jill."


No pude contener las lágrimas ante la carta, y como estaba sola en la casa lo único que pude hacer fue llamar a Jane.

- ¿hola? - dijo jane extrañada de que la llamara en la mañana, siempre la llamaba en la tarde o en la noche
- Jane lo tienen, encontraron al sujeto. Lo lograste, se esta haciendo justicia por fin - le dije entre lágrimas.

Escuche un silencio prolongado, pero comencé a oír unos suaves sollozos, creo que ella había estado esperando ésta llamada desde hace mucho tiempo, pero no me había querido decir nada para no preocuparme o darme falsas esperanzas.

Pronto se acercó el día de testificar, y ella fue obviamente a acompañarme. Al parecer el sujeto había utilizado tanto el mismo método que las pruebas habían sido irrefutables y a él y a sus hijos, que ya eran mayores de edad, les impusieron cadena perpetua, y a los agentes del crucero se les dio de a cincuenta años a cada uno por negligencia. Por fin se pagaba por todo lo que hicieron a mi y a mi familia pasar, y por todas las demás familias que sufrieron igual o peor. Ese día por fin pude volver a dormir sin tener pesadillas, por fin se me devolvió la niñez que se me arrebato.