La Vejez y El Declive
11 Oct, 2023
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Considero a la vejez como un proceso natural en la vida por la que todos pasaremos, lo importante es determinar cómo llegar de la mejor manera. Sí como jóvenes, pensamos que nunca envejeceremos estamos equivocados porque llegará en menor o mayor grado y, la recomendación es prepararse .

Si bien, en el empleo remunerado o de manera independiente, permite afiliarse a un sistema de jubilación, siendo en muchos casos obligatoria, descontando de tu ingreso mensual un porcentaje cerca al 10%, alrededor de 20 a 30 años de aportes hasta los 60 o 65 años, permitiendo recibir una cuota mensual en base a la acumulación y los réditos que la empresa recaudadora haya realizado en sus inversiones, para sostenerse, a partir de la edad señalada, principalmente en la alimentación y contar con un seguro de atención médica. Debemos ser realistas y observar que los gobiernos no cubren todas las necesidades de los adultos mayores porque no tienen todos los recursos asignados a dicho fin y por la correcta administración de los fondos de la Nación.


Por ello resulta más conveniente preparar el camino, decidir, de ser necesario, un buen seguro de vida, que no tenga vicios o cláusulas ocultas, una para respaldar a nuestros seres queridos y otra para nosotros mismos, que nos respalde cuando nuestras carencias físicas ya no nos permitan valernos por nosotros mismos. Es terrible sentir la vejez como una carga para nuestros hijos o familiares, y más aún, con alguna enfermedad en tratamiento, la cual hace padecer al adulto mayor y de preocupación a la familia. Muchos pensamos que la vida es una sola y hay que disfrutarla al máximo, tomando al pie de la letra este mensaje, dedicándonos a trabajar por cosas vanas de la vida, demasiadas reuniones sociales o compromisos, adquisición de bienes innecesarios, prendas y viajes sobrevalorados, gastos que nos pueden hacer sentir un buen momento, pero que al final pasan, y de ello no queda nada. Muchas veces, hasta los que te consideraban tus amigos se alejan, al percibir, qué dejas de darte los lujos y compartir con ellos.


Malinterpretamos un momento feliz por estereotipos de vida diferente, que son divulgadas por la imposición de la moda y los medios de comunicación, los cuales te incitan que si no estás alineado no eres parte de ellos. Parte de la estrategia de vida es no caer en la provocación del consumismo y del uso desmedido de las tarjetas de crédito. En el 2008 la banca y la economía americana pisó hondo y eso afectó el tipo de cambio del dólar, a nivel mundial. Afortunadamente, en ese período, recién comenzaba la vida, pero fue fuerte, las exportaciones se perdieron porque el tipo de cambio sería un pago menor por los bienes o servicios qué costaron producir.


En Estados Unidos se manejó el crédito y las tarjetas de pago a largo plazo, adicional a ello, los impuestos qué debía declarar cada persona. Las casas se adquirían al crédito de 20 a más años; así como, las tarjetas de crédito, se realizaban pagos mensuales, pero llegó un momento en que la liquidez se acabó, las personas ya no pagaban sus cuotas, se ofrecían bonos en papel y el sistema colapsó. Entonces, cuando los bancos quisieron cobrar a los americanos, estos  ya no podían pagar y la entidad ya no podía seguir invirtiendo papel sin contar con un fondo real de respaldo en oro o en petróleo. Muchos países colapsaron y esto fortaleció la comunidad europea con su moneda el euro, los comercios asiáticos comenzaron a crecer, el año 2009 el Perú firmó un tratado de libre comercio con China, productos que siempre tenían marcas nacionales o americanas, ahora creaban sus propias marcas volviéndose grandes competidores de la economía mundial.


Es importante estar al tanto de la economía a nivel mundial y nacional porque esta repercute en las estadísticas y en los precios de los productos de primera necesidad. Todos necesitamos alimentarnos,  pero los productos industriales o que no hay en la zona deben trasladarse, para ello se emplean camiones o taxis, los cuales te cobran en base al precio del petróleo. Y aunque podemos tener mucho combustible, como recurso natural del país, esto no repercute en una mejora de los precios; por tanto, si hay problemas afuera, lo sufrimos todos. Tal vez, si volviéramos a tiempos antiguos nos alimentaríamos con productos en su hábitat natural, y de requerirse otros alimentos, se realizaría el trueque o intercambio por periodos y usando vehículos de transporte sin combustible.


Si somos conscientes de la coyuntura actual,  al igual que todos los seres humanos, podemos vivir un día hasta los 30, 40, 70, 80 o incluso llegar a más de 100 años, en la cual dependerá de la planificación y de nuestro comportamiento por la vida, si nos conducimos en una manera justa y precavida las posibilidades de éxito, en esta etapa, son garantizadas; aunque, nadie está exento de eventualidades. Podemos creernos autosuficientes y podemos fallar en algún momento, podemos creer que estamos solos o desamparados y una ayuda llegará; somos energía, existe la ley de la atracción, los actos buenos obran resultados, los actos malos, tarde o temprano, tienen finales de aprendizaje por no decir malos.


Entonces al ser una etapa por la cual aún no experimento, puedo tomar relación a familiares cercanos o la realidad nacional y mundial. Por ejemplo, observo que los extranjeros de Europa o Asia realizan viajes por el mundo y nos visitan, disfrutan a una edad superior a los 60 años, por lo que puedo dilucidar qué tienen una buena fuente de ingreso, que los sostienen y permiten darse este especial placer. Particularmente nos gusta realizar viajes a más temprana edad para disfrutarlo, pero dependerá del tiempo que nos tome construir nuestro imperio económico.


De acuerdo a la historia de nuestro país, nos desarrollamos a base del trabajo duro, debido a que no hemos nacido en cuna de oro y el ejemplo de nuestros mayores nos indica que debe ser así. Pienso, qué sucedería si rompemos ese paradigma, si nos esforzamos conscientemente y construimos un fondo que nos respalde cuando dejemos de trabajar; y si es mejor, no volver a trabajar. Siempre hemos dicho que la vida es una constancia del esfuerzo, pero sí podríamos generar una economía, la cual nos de rentabilidad y no necesitemos trabajar más que para supervisar y controlar las ganancias; entonces, ¿no lo tomaríamos? ¿No nos esforzaríamos por lograrlo?


A los 20 años deberíamos tener claro el objetivo de vida, incluso antes, de tal manera, de ser conscientes de la realidad nacional y nuestra realidad económica, no exponiendo a mis padres a cargar con una responsabilidad que no funcionará. Por ejemplo, los padres más que orientar o recomendar, muchas veces, imponen una carrera a sus hijos y rechazan su sentir y afinidades. Si soy claro en mi realidad, comprenderé qué si soy hijo único y mis padres trabajan podrían apoyar una carrera profesional a corto, mediano o largo plazo tomando en cuenta que aprovecharé o asumiré con responsabilidad de mi formación académica. También podría pasar que somos varios hermanos, y ahí, la situación es más complicada, un padre hábil logra sus ingresos en un horario regular y le permite alimentar a su familia; pero, cuando son más bocas debe realizar trabajos extras para cubrir la ayuda, en ocasiones es preciso que la madre ayude con pequeños ingresos o un empleo de tiempo regular. En todos los casos todo esfuerzo de apoyo académico será ínfimo, si el hijo no aprovecha la oportunidad que muchos desean. También es esencial que sea una carrera que lo apasione, qué incluso pueda realizarlo sin cobrar, esto ayudará a su crecimiento. Cuando disfrutas de un trabajo es lo mejor qué puede pasar, porque es más feliz hacer algo que te gusta y encima recibir una retribución económica. Esta primera opción es con la finalidad de ocuparnos en un trabajo dependiente que nos permita obtener un ingreso, el cual nos permita ayudar al hogar y/o continuar una preparación mayor. Todo debe ser orientado a tener una vida estable, por lo general, los padres se sobre exigen y dejan de disfrutar la maravillosa vida, la concentración en el trabajo duro por sus hijos; y aún más, si los hijos adelantan maternidad o requieren apoyo, dejan sus hijos para que los abuelos cuidan de ellos mientras trabajan.


En la otra escena está la vida independiente, igual es un trabajo arduo, levantarse cada mañana para preparar un bien o servicio que se venderá a los clientes con la idea de generar ingresos y tener una sostenibilidad. El trabajo será más sacrificado por qué los horarios lo determinará la propia fuerza de ventas.


Sea independiente o dependiente no debe descuidarse tener una alimentación balanceada y nutritiva, un descanso al final del día de mínimo 6 horas, un descanso semanal cada 5 o 6 días, un espacio anual para poder viajar o tomar vacaciones de 15 o 30 días, compartir con la familia, agradecimiento por la vida y la solidaridad con nuestro prójimo. Adicionalmente desde el momento qué percibimos ingresos debemos comenzar el ahorro mínimo del 10%. Si es posible y aprendemos a reducir nuestros gastos podremos aumentar el porcentaje de ahorro. Se debe fijar una meta de ahorro en la cual se debe evaluar la inversión en el negocio actual o un nuevo proyecto educativo, una parte debe ser utilizada en el bienestar de la familia como agradecimiento de los años de esfuerzo, desde el nacimiento hasta la vida actual, nuestros padres nunca dejarán de querernos y lo más importante es que nos  regalaron la vida; por tanto, lo mucho que hicieron merece una retribución moral y material.


Si actuamos metódicamente día a día, semana tras semana, mes por mes y anualmente nos sorprenderemos con los logros, nos sentiremos más seguros y confiados para emprender mayores inversiones. Por ejemplo, te sientes preparado para darle lo mejor a una nueva familia al formar un hogar, poder adquirir la casa anhelada, lograr su independencia viviendo fuera de casa pero al tanto de sus progenitores, si bien los hijos un día dejarán el nido como las aves, en los seres humanos debe ser especial recordar y preocuparse por los progenitores en retribución por la vida recibida.


Sólo veamos las noticias actuales de programas sociales para adultos mayores y los bancos estatales recibiendo a octogenarios cobrar mensualidades qué les alcanza sólo para días, es muy deprimente y doloroso, cuánto quisiéramos que esa realidad cambie, pero el sistema no puede hacer más por ellos. Debemos prepararnos para esa edad tan especial. Siempre activos pero de acuerdo a la edad, preparar el camino para que personas o una empresa especializada nos cuide, desarrollar un plan para que nuestros bienes sean bien encaminados en favor de personas que realmente les ayude y que luego puedan retribuir a otras. La vida es una sola, hoy estamos y mañana no lo sabemos, pero así como hemos venido al mundo, partimos desnudos sin más ni menos, que nuestra energía misma en la materia.

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