¿Qué es el amor y para qué existe? ¿Se puede tocar o sentir amor? ¿Qué tiene que ver la razón con el corazón?

Científicamente somos una máquina perfecta, con libre albedrío, con hormonas que activan sensaciones a nuestro organismo, a través, de nuestro sistema nervioso. Por ello, nuestra mente cumple un factor determinante en nuestra inteligencia emocional, adquirir destreza en control emocional depende de nuestra fuerza de voluntad sobre nuestro inconsciente .

Los religiosos y románticos indicarán que el amor parte del corazón, mientras que los psicólogos y científicos nos hablarán de los estados psíquicos por el efecto de segregación de hormonas; pero, ¿Qué buscamos nosotros? Es el equilibrio entre ambos, hay actos de amor que escapan al entendimiento humano y deben ser considerados como un milagro o sentir del corazón; mientras, los que revelamos criterio e inteligencia lo vemos con otra perspectiva. Esto me hace reflexionar  e indica, que si  está en mis posibilidades de dar y puedo hacerlo, es porque en algún momento recibí con  bien, y que ahora, es momento de dar.  Es una luz natural de hacer el bien en el mundo, se puede recibir males,  pero, se reflexiona y se  comprende que la verdadera felicidad y el amor estarán siempre en hacer el bien.

A lo largo de mis años, desde mi infancia y adolescencia, conocí a muchas  chicas, de especiales virtudes, las cuales siempre activaron mis sentimientos más profundos del amor. Estas etapas nos fortalecen y aunque no siempre hubo los mejores resultados, siempre quedó un bonito aprendizaje. Contaba con mis 6 años y el  desarrollo de mi infancia, había sido muy acelerado e intenso, y aunque los niños fuéramos de distintas clases sociales, siempre nos caíamos bien y compartíamos la inocencia. Era evidente que a mayor edad esa idea iba a cambiar, recuerdo claramente una visita a San Hilarión, en una festividad familiar, conocí una hermosa niña con la que jugamos toda la tarde, me sentí muy bien por no decir feliz y en la cual no cuenta el tiempo. O en mi adolescencia de 13 años, en una especial semana santa de Barranco conocí a una chica, tan linda, que me inspiraba afecto por su amabilidad y calidez, ella llegaba dispuesta a disfrutar de la vida y nos contagiaba su alegría, fue fascinante visitar las siete iglesias, con un grupo religioso, para compartir con ella y su amiga una noche espectacular, en otro día, sentir el valor para buscarla y querer saber más de ella, pero, la vida nos indicaría que aún no era el momento. Otro gran amor de ilusión en el colegio, fueron días cálidos llenos de amor,  importante porque mi sinceridad permitió tenerla cerca, lamentablemente se terminó la secundaria y ella tuvo que viajar muy lejos para sus proyectos académicos, me quedé y ella se fue, y sin terminar nuestra primera y única relación, tuve que aceptar y asimilarlo como algo natural porque, de cierta manera, viví la misma sensación cuando mi madre me dejó en Huasahuasi o se fue a la Argentina por motivos de trabajo.

Serían innumerables momentos de amor; entonces, no podría renegar que no me permití mayores experiencias del corazón. Ahora con la edad comprendo que hemos tenido innumerables situaciones de amor: la vida que me dieron mis padres, los sacrificios que realizaron para que nunca me falte salud y alimentos, incluso, hasta ahora de grandes nuestros padres nos cuidan porque lo sienten de forma natural y es ahí el reflejo más sublime del amor. Cuando los apoyo económicamente, compramos cosas o nos vamos de paseo, estamos compartiendo amor, así sea un poco de fruta que quizás sea la posibilidad económica del momento, eso es lo que hay y será recibido con mucho aprecio. Mis padres no tenían la cultura de lo que hoy pienso y hago, pero siempre fueron sabios al darme lo mejor para mi protección. Con el paso del tiempo y la madurez aprendí que la nueva vida es para mí y como yo deseo que sea, pues, soy el único responsable para hacer lo más exitoso y feliz posible.

Entonces, ¿Dónde está el amor?

El amor siempre estará, incluso, en nuestros miedos y odios, porque, si alguien te preocupa es que hay algún sentimiento que es como un hilo tan fino que puede romperse pero que es tan cerca del paso hacia la aventura del amor. Si nosotros practicamos el dar o compartir sin comprenderlo, al principio, nos costará, más cuando te des cuenta que cada vez que das algo de corazón, por pequeño que sea, puedes recibir incluso mucho más, porque la energía es así. Y si es difícil dar, recibirás tanto que comprenderás que es lo mejor, tal vez tengamos sentimientos vacíos pero que serán la clave para llenarlos con una verdadera vida de paz y amor.

Necesitamos comprender que sin amor no podremos alcanzar nada, y parte de eso comienza con el amor a uno mismo, nos ayuda a levantarnos frente a la adversidad. El amor nos impulsa a luchar pero es nuestra mente la promotora y es la mente la que debe creer en la existencia del amor, y que quizá sin ella no podríamos ser parte del mundo. Habrá momentos en que desearemos abandonar, ante algún reto presentado, porque sentiremos que estamos solos. Este cambio sucede cuando divides tu preocupación y compruebas tu aflicción, es ahí, donde la energía se manifiesta y la naturaleza se centra en un poder interior. Comprenderás que tu vida tiene un gran propósito, entonces, te brinda las herramientas para resurgir, cuando todo estaba perdido se enciende una luz al final del túnel para un nuevo aire, un nuevo comienzo, a partir de ese momento, cosas importantes sucederán en tu vida.

Quizá conozcamos, o no, a la persona que acompañe nuestros pasos de victoria o aprendizajes; sin embargo, eso no nos debe detener, porque la vida es una sola y como vida somos luz del mundo. Bajo su esfera debemos transitar positivamente, una determinada energía hacia el mundo que es contagiante. Si alguien me pregunta ¿Cómo estoy? Le responderé que me siento bien o feliz, pero debo hacerlo con la mejor empatía y optimismo, debo lograr mentalizar la maravilla de vivir con intensidad como si mañana la vida se extinguiera, pero con la certeza de llegar a muchos días y años más, preparando el camino para sentirme bien siempre.

El amor es un sentimiento químico que debe ser renovado constantemente; primero, en el amor propio, en la mejora de la autoestima, fortalecer los lazos de hijos a padres; y viceversa, hacia la familia, hacia los amigos, al entorno laboral; en otras palabras, es el amor al prójimo, vivir en paz sin dañar a los demás, es la mejor oportunidad para decirle a la vida y al planeta que estamos agradecidos con ella y que hacemos lo mejor por mantenerlo.

El éxito no se logra solo, siempre el entorno influye, muchas personas cometemos el error de autosuficiencia y creemos que todo lo que tenemos lo hemos ganado solos y que no le debemos nada a nadie; entonces, debemos tener claro que desde que nacimos ya tenemos una deuda, que quién nos proveyó alimento fue nuestro padre o madre, quién nos enseñó o permitió que aprendamos un oficio fue nuestra maestra, que quién nos alentó y acompañó en los juegos fue un buen amigo, que quién nos brindó la oportunidad de traer vida al mundo fue nuestro socio o socia del amor, y que nada de lo que he obtenido fue hecho de pura magia sino que el amor inconsciente comulgó con nosotros y nos favoreció; sin duda, la perseverancia y el deseo de superación de cada día impulsará esa energía dando buenos resultados.

La historia tradicional y la Biblia nos refiere la importancia de formar un hogar y tener hijos para el legado de la humanidad, por lo que, al no hacerlo la sociedad nos ve diferente; pero, parte de la vida es hacer la diferencia. Podemos estar siempre con el corazón abierto para qué si la vida y nuestra voluntad, lo permiten, promover un camino de compañía con una persona que asuma el reto de formar un hogar. El éxito de una relación de pareja está en ser diferentes pero con un mismo objetivo, la felicidad de la familia. No se debe buscar compañía simplemente por tener hijos, el mundo ya está abarrotado de vida nueva, a cada hora y día. Las personas no son conscientes y no reparan en la importancia de traer un nuevo ser, no se cuestiona: ¿Se cuenta con el dinero para darle lo necesario? ¿Está en las condiciones y edad adecuadas? ¿Si el nuevo ser tuviese dificultades físicas o de salud, podría tolerarlo? El ser padre es amar verdaderamente a la compañera de vida. Este concepto puede ser muy fuerte al tradicional, pero es concebido en virtud de los razonamientos y el criterio por la vida. En nuestra sociedad vemos tantos padres jóvenes que frustran o truncan su desarrollo, al concebir niños. Nadie les explicó sobre los métodos anticonceptivos y la planificación familiar, sus parejas pueden expresar sentimientos machistas y feministas sin importar las consecuencias al afrontar la vida.

¿Y si la vida que me tocó fue muy dura? ¿Yo la haría más dura aún? La vida no puede vivirse con rencor, si me tocó nacer en pobreza tengo la oportunidad de cambiarla y permitir, a través de la solidaridad, que los demás alcancen plenitud, al igual que tú lo conseguiste.  Si vivimos siempre con odio nos hundiremos cada vez más y nos cortaremos tiempo valioso en disfrutar de lo verdadero. El criterio lógico debe ser más fuerte que mi corazón y amor. El traer una nueva vida no  tiene un concepto de amor continuo, por lo general, se ampara en la pasión y la ilusión, un fuego que se apaga cuando empiezan los problemas. Realmente es maravilloso disfrutar de la compañía de una pareja pero debe haber planificación para el mañana, porque, primero deben lograr sus propios objetivos, no se debe buscar una pareja para que me dé felicidad, se debe buscar para que comparta felicidad, por eso, yo también, debo preocuparme por encontrar la verdadera esencia de la felicidad 

Una relación no es una obligación, sino que debe existir el diálogo, la comprensión y el cariño, es como realizar un gran viaje y compartir la ruta del camino, si hay dificultades tendrá que dialogar porque son un equipo y el objetivo es disfrutar del viaje; así que, el amor siempre estará, tendremos la libertad de decidir qué es lo más apropiado para el éxito de ambos. En la vida siempre he tenido momentos victoriosos y también han pasado momentos tristes, pero, siempre superando con comprensión y la continuación del camino. Cuando nos enamoramos, nos ilusionamos y no pensamos, creemos que todo será maravilloso y aún más, no pensamos en lo que piensa la otra parte, creemos, que porque yo lo siento, ella también lo debiera sentir; esto no funciona así, debo ser consciente para conocer y entender lo que pienso y si estoy seguro de que deseo compartir el viaje. Por eso existen los procesos iniciales en el compañerismo, la amistad y una relación más formal que vislumbra un futuro hogar. Cuando una ilusión por una mujer me calentaba la cabeza (enamoramiento), no tenía miedo en lanzarme a la piscina sin agua (realizar la propuesta de amor), ante un rechazo era evidente que podía doler por un período de tiempo; sin embargo, no era determinante, recuperaba la energía, descansaba un período y volvía a la carga. Es parte de la vida intentarlo siempre, entonces, reflexioné, quizás has ido muy rápido y principalmente te ilusionaste, pero, ¿Qué hay de ti? Es ahí donde vuelvo a la psicoterapeuta y me ayuda a alinear mis objetivos, comprendo que lo más importante soy yo, debo esforzarme por madurar y disfrutar de mi propia vida; en ese ciclo tu autoestima se fortalece y te permite valorarte, si alguien realmente es para ti la hallarás, más, lo importante al final de todo es que siempre estarás tú.

Me puedo quebrar (sentirse triste) si una relación no funcionó; pero, si crees en ti, te quedarás tranquilo porque, diste lo mejor, las mejores recomendaciones, la comprensión, un amigo que escucha. Si se fracasa en un intento de amor debemos estar empoderados para aceptar la pérdida y continuar con la vida, esto es lo mejor, no tumbarse sino levantarse y seguir para volver a comenzar.

Si verdaderamente me siento bien, seré feliz; porque, tendré cubierta la vida. Cuando adquirí mi primer departamento siendo un bien material, me sentí feliz con una serie de emociones, por haber comprado la llave de mi libertad. Siempre pensaba que no debía desaprovechar el pago de un alquiler para tener un bien propio, con esta adquisición no solo alcance el éxito personal, en esta etapa, sino que adquirí nuevas responsabilidades, nuevas preocupaciones, nuevos amigos, nuevos vecinos, nuevos lugares y todo lo necesario para seguir desarrollándome. Los obstáculos nos hacen crecer y para los que estamos en el seno de un hogar debemos ser estratégicos para que, llegada la hora, no nos sorprenda los días de volar en libertad. Nuestros padres se sienten orgullosos por nuestros logros, pero, lo más importante es que serán felices de saber que tenemos la misma emoción, por ello, no debe existir una regla oficial, una edad límite, ningún parámetro, podremos estar juntos o separados pero nuestra mente debe ser libre, sin ataduras. Algunos son libres sin haberlo pedido, otros siempre buscan serlo y otros vamos encontrando el momento apropiado de la libertad.

Ahora más que nunca debemos confiar en nuestra instinto de supervivencia y creer en el amor hacia nosotros y a nuestro prójimo, este sentimiento es poderoso, nos permitirá levantarnos en las caídas, dar sin esperar recibir, compartir información para la mejora del mundo. Incluso está filosofía te permite encontrar la paz en un terreno de violencia donde si alguien pone una palabra hiriente, la palabra amable o diferenciada calmará la ira o el enojo, es una gran bofetada responder con buen ánimo y sin deseo de discusión. Entonces estamos practicando la tolerancia, que nos calzamos los zapatos del otro y buscamos comprender qué situaciones históricas lo llevaron a tomar acciones de violencia y finalmente esa persona tendrá que ceder, lentamente, como aquella gota de agua, que poco a poco, cala la profundidad de la roca.