Saben duele cuando el mundo te da la espalda, claro que si pero duele más cuando ese mundo es tu familia.
Pareciera que han olvidado que ellos también fueron jóvenes, que una también tiene problemas. Para ellos nuestros problemas ya no son importantes.
Por ejemplo, los padres piensan que uno solamente tiene la obligación de estudiar, que ese debe ser su único pensamiento pero se olvidan que uno empieza a hacer su vida, a vivir experiencias que pueden marcar de buena o mala manera nuestra vida.
Otro ejemplo, los hermanos mayores .
Ojalá las cosas no fueran así, bendito es aquel que tiene una familia donde los apoyan, donde no hacen menos sus problemas, donde sólo les brindan cariño y comprensión, quizá algunas palabras de apoyo y de aliento. Afortunados esos que tienen una familia así.