Hace muchas noches que no te pensaba, creí haberte olvidado, pensé que ya no existías más en mi corazón, pero no, no es así...

Hay días en los que paso muy ocupada, que se me olvida pensar en ti; pero llega el fin de semana, en donde el tiempo se va muy rápido y a la vez lento; precisamente en ese instante es cuando vuelves a aparecer, en ese preciso momento, cuando tengo un tiempo libre, en mi cabeza se pasa nuestra historia una y otra, otra y otra vez.

Recuerdo desde el primer día que empezamos a hablar, hasta el último día, que todo terminó.

Nunca pensé que estar contigo me llenaría por completa y después cuando todo terminase yo quedaría vacía. Extrañándote, escribiendo para ti, diciendo todo lo que siento a través de un texto el cual nunca vas a leer.

Ésta es mi manera de desahogarme, ya no lloro por ti, ya no me lastimas como antes, pero te sigo recordando como lo mejor que llegó a mi vida y se marchó en el momento exacto; me sentí preparada cuando te fuiste, cuando nos fuimos, pero me di cuenta de que una vez más, me estaba engañando a mi misma.

¿Cómo pudiste abandonar a lo que más quisiste en tu vida?
¿Cómo fue que en un instante todo terminó?
¿Cómo pudo ser tan fácil para ti dejar de hablarme?
Tengo muchas preguntas y aún no consigo las respuestas.

Tú ya no estas aquí, te has ido, has emprendido vuelo del cual no sé si regresarás a casa; al parecer te has marchado para siempre y yo sigo aquí pensando en que algún día vas a regresar.

Quizá algún día te acuerdes de mí, quizá me recuerdas cuando te encuentras solo; tal vez soy ese punto negro que quedas viendo antes de quedarte dormido.
Quizá, sólo por una última vez pienses en mí como yo lo hago de ti.

A pesar de todo te sigo esperando, me encuentro en el lugar de siempre, espero que si algún día regresas yo me encuentre en el mismo sitio dónde nos dejamos y no me haya marchado cansada de esperar tu regreso .