Si supiese que era la última vez que volvería a verte, te tomaría y te besaría una vez más.
Si supiese que cuando te marchaste me tocaría sonreírle a la muerte, te enseñaría mi alma sin pensarlo.
Si hubiese sabido que fuiste la que despertó mis neuronas para que sólo piensen en ti, te regalaría mi cuerpo.

De qué me sirve Cupido si no te tengo en Atenas,
Si ya no veo tu mano para sostenerme de ella, si no estoy a tu lado para poder ser tu estrella.
Esa estrella que ahora cae del cielo.

Voy cayendo enamorando con miradas, lanzando letras sin cesar, exhibiendo mi mente a personas comunes, callendo donde te encuentras tú.

Sólo espero que tu alma sea la misma, mientras caigo converso con otras, anhelando sólo en encontrarte y como alma que soy, te entregaré todo el vértigo que siento al caer .