"Paso mis noches llorando y consumiéndome poco a poco por la culpa, si tan solo te hubiera detenido cuando tuve la oportunidad aún seguirías aquí conmigo."

Recuerdo esa tarde cuando llegaste de sorpresa a mi casa, no me esperaba tu visita, pero a la vez fue algo muy bello verte después de tantos meses. Salí corriendo a cambiarme de ropa, ya que me atrapaste cuando estaba en mis peores fachas .Para que no te dieras cuenta te grité por la ventana que no encontraba las llave hasta que por fin me cambie y corrí a abrirte y ahí te vi parada con esa bella sonrisa, tus ojos verdes que tanto amaba, tu cabello largo y liso y tu piel blanca y delicada.

Pasaste y no sentamos hablar de nuestras vidas y así paso el tiempo, me dijiste que intentaste algo después de lo nuestro pero no te funcionó, el tipo fue un idiota contigo y lo dejaste, yo en cambio me mantuve solo desde nuestro Adiós… luego de un rato de risas, historias, y muchas carcajadas todo iba bien, me sentía muy feliz al volver hablar contigo y verte de nuevo, por un momento imaginé que nuestra historia estaba reviviendo otra vez.

Me equivoqué, nada fue así, tu comenzaste a tocar el tema que arruinó nuestro amor, comenzaste a discutir conmigo echándome toda la culpa a mí como si yo fuera el único culpable de que nuestro amor terminara, lloraste y me gritaste, yo sólo baje la mirada y muy silenciosamente dije: ¿Por qué me tienes que hacer esto? No es justo que las heridas que me dejaste las vuelvas abrir.

La volví a mirar a los ojos con un gran dolor y le grite ¡¡lárgate!! Vete de mi casa y no vuelvas nunca más. Ella enseguida se paró y caminó lentamente hasta la puerta pero algo muy dentro de mi me dijo que la detuviera, que la tomara de la mano y no la volviera a dejar ir, pero no le hice caso y ella solo salió corriendo de mi casa, en ese momento algo me impulsó a correr detrás de ella aunque ya era muy tarde... justo antes de alcanzarla, ella cruzó la calle llorando sin ver a los lados y un carro a toda velocidad la envistió lanzándola por los aires y todo de repente se puso en gris y en cámara lenta y solo podía observar cómo ella caía derramando sangre. Al tocar el piso me acerqué y ahí estaba ella sin vida alguna, su alma se había ido y entre lagrimas grité y abracé su cuerpo por última vez.

Dentro de mí me decía por qué no la detuve cuando tuve la oportunidad, si tan solo hubiera actuado de otra manera ella aún seguiría conmigo, si tan solo la hubiera tomado de la mano cuando tuve la oportunidad aún pudiéramos estar juntos … ¡¡PERO NO, SOLO FUI UN COBARDE!!
La dejé ir sin más y por mi culpa ya no está. Solo espero el día de mi muerte para verla otra vez y esta vez poder detenerla a tiempo.