Nunca había tenido tanto morbo por tu cuerpo.

Nunca había existido alguien  que me hiciera vibrar el alma.

Nunca tuve la dicha de hacer el amor dejando al sexo a un lado.

Quizás estuve en camas que me supieron amar, o al menos eso decían. Que con pequeñas caricias encendían la lujuriosa noche que se podía venir, pero al final, ¿qué queda? Un despertar sin unos buenos días, un amanecer sin una caricia, un día común después de una noche de sexo y derroche .

Así surge la vida, con cartas escondidas sin ser descifradas, buscando alegría en camas prestadas, buscando calor de hogar en piernas alquiladas, qué desorden de emociones nos invaden las neuronas cuando la excitación aparece y se acomoda. Pero todo evoluciona, siempre llega lo inesperado, ese beso apasionado, esa caricia que te pone la piel erizada, esa mirada que te lleva a otro lado, ese corazón acelerado es motivo de que llegaste en el momento indicado, y es en ese preciso encuentro que cuando dos cuerpos se unen, se paraliza el tiempo. Ya hay caricias por las noches, existen besos de pasión y caricias con emoción, solo una cama soporta el amor de una desvelada noche y un amanecer con sus buenos días, y ese beso que nos alborota el día, se le llama la chica indicada ,esa que sin ser invitada te va invadiendo de a poquito, acomodando tus demonios y abriendo paso a ese rayo de luz que te ilumina el alma.

PD: Nunca dejes de mirar al futuro, pero lo precipites, porque se puede alterar, pero al final siempre llega lo que un día imaginaste, como un milagro terrenal.