Esta es la última carta que te escribo.
Prometo no seguir culpándote por algo que probablemente fue culpa de ambas, pero que no había querido aceptar.
No te entiendo todavía, pero ya me he cansado de crear posibles toeorías en mi cabeza sobre lo que podría haber pasado entre nosotras, sobre tu versión de nuestra historia .No la sé y la verdad es que ya no quiero saberla, simplemente quiero dejar esto atrás, mirar hacia el frente y encontrar a alguien que me valore de verdad, aunque todavía no; primero debo aprender a amarme tal y como soy, porque eso es lo que me hizo cagarla. Estaba insegura de mi misma, creí que tenía que cambiar para gustarte, tenía miedo de que en cualquier momento encontraras algo mejor que yo porque no me veía lo suficientemente buena, guapa, divertida...
Ahora que estoy pensando las cosas fríamente, quiero decirte que espero que sí encuentres a alguien mejor que yo, alguien que no sea insegura y miedosa y pueda darte todo lo que yo no pude. Espero que encuentres a esa persona que haga que dejes el camino en el que estás, y que te conduzca por uno mejor y te haga darte cuenta de que el mundo vale la pena vivirlo, aunque duela, aunque sea una porquería; lo vale.
Espero también que encuentres a alguien que te haga darte cuenta de que eres perfecta, que no hace falta que lastimes a tantas personas con tus palabras inseguras disfrazadas de seguridad, porque aunque te moleste que diga esto; tú sabes que todo ese enojo, esas palabras crueles que salen de tu boca, son solo el reflejo de todo el miedo que llevas dentro a ser lastimada o rehazada. Debes dejar de lastimar a los demás, pero sobre todo, debes dejar de lastimarte a ti misma y empezar a vivir la vida, porque lo que estás haciendo no se llama vivir.
Como dije, esta es mi última carta hacia tí. Prometo que no habrá más aunque quiera hacerlo, aunque quiera decirte más cosas, no lo haré; estaría siendo muy injusta conmigo y contigo porque estaría retendiendonos a ambas, así que esta es la última, no verás otra dirijida a ti. Es más, no verás nada dirijido a ti; no mas cartas, no màs frases, no más indirectas en los mensajes ni dichas, no más nada.
Este es mi adiós.