La venganza
5 Feb, 2024
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Badajoz. Extremadura (España) .

26-8-2000


Llevo unos cuantos años encerrado, tantos que ya he perdido la cuenta y sé que jamás voy a salir vivo de la cárcel en la que me encuentro. Pues creo que no voy a poder soportar por más tiempo seguir encerrado en un lugar tan horrible y asqueroso como es este en el que vivo.


Mi vida tendría que haber sido diferente, pero lo cierto, es que estoy aquí, enjaulado como una fiera, y lo peor es que mi condena es muy larga, y yo soy un hombre demasiado débil para aguantarla. No escuché a los que me querían bien, e insistieron, incluso me suplicaron para que no hiciese aquello, pero no les hice caso, y dejé que un cóctel mortal de ira, odio e incontenibles deseos de venganza se apoderase de mi voluntad. No supe perdonar, y el veneno del desquite nubló mi cerebro, no fui capaz de olvidar y permití que el amargo recuerdo se transformara en sufrimiento continuo. 


Aquella noche, maldita y desgraciada, mi único objetivo era acabar con el asesino de mi mujer, y no lo dudé. Entré en su casa mientras dormía y vacié el cargador de mi pistola sobre su cama. Sin embargo, el destino, cruel conmigo una vez más, me hizo matar a un inocente. Su novia, sin yo saberlo, estaba con él, y la confusión de la oscuridad, me llevó a quitarle la vida a quien ninguna culpa tenía. Quise hacer justicia y me convertí en asesino.


Mi nombre es Anselmo Benavides, y siento mucho el error cometido, pero en el fondo, de lo que no me arrepentiré jamás, es de haber enviado a un asesino al infierno.


Diez años antes…


El día 26 de agosto de 1990 en el pueblo extremeño de Puerto Hurraco, perteneciente a la provincia de Badajoz, se produjo un asesinato múltiple en el que fallecieron nueve personas y hubo doce heridos. 


La matanza fue llevada a cabo por los hermanos Emilio y Antonio Izquierdo. El origen de los hechos se debió, entre otras causas, a disputas que enfrentaron a familias del pueblo por asuntos de tierras, lo que desembocó en los asesinatos, en lo que posteriormente se conoció como La masacre de Puerto Hurraco.


Y el final de la historia fue…


En la prisión de Badajoz, el 25 de abril de 2010, se suicidó Antonio Izquierdo, que junto a su hermano Emilio (fallecido por causas naturales en la misma prisión en 2006), fueron los autores materiales de los asesinatos de Puerto Hurraco. 


Tan solo unas semanas más tarde, otro de los reclusos cuya celda estaba muy próxima a la ocupada por el mencionado Antonio Izquierdo, apareció muerto en su cama, y aunque en un principio se pensó que las causas del fallecimiento estaban relacionadas con la enfermedad que padecía.


Un tiempo después, fuentes sin identificar de la prisión, filtraron a los medios de comunicación que el recluso se había envenenado con cianuro, algo que hasta el momento, a pesar de las exhaustivas  investigaciones que se llevaron a cabo, no se ha podido confirmar. Por lo tanto, el misterio sigue…


¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?


La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno (Walter Scott)


Fran Laviada


Esta historia está incluida en el libro “Liliputiense Negro”. Puedes descubrir aquí más información sobre su contenido.

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