La lápida
26 Ene, 2024
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Madrid (España) 7-12-1960


La visita al médico confirmó mi ansiedad. El doctor me recetó unos tranquilizantes, y me dijo, que hiciera lo posible por estar calmado, y también que pasara gran parte de mi tiempo rodeado de la mayor tranquilidad posible .

Así que tuve muy claro lo que tenía que hacer, y me fui a vivir a mi segunda residencia, situada en el campo. En un apacible lugar bendecido por la naturaleza. Pasados unos días, noté los efectos sedantes de mi cambio de vida. La bendita paz volvió de nuevo a envolver mi día a día y una vez recuperado el sosiego existencial necesario, las aguas de la serenidad retornaron a su cauce.


Una mañana salí a pasear por los alrededores y la curiosidad me llevó al cementerio del pueblo. Mi sorpresa fue enorme cuando vi una lápida con mi nombre: Juan Montenegro Hidalgo.


Pensé que se trataba de una casualidad, pero cuando retiré unas flores mustias, apoyadas en la cruz de la sepultura, vi mi foto impresa en una torcida y a la vez oxidada chapa metálica. No había error posible, era yo, aunque la fecha de mi fallecimiento se había borrado. Asumí pues, mi condición de muerto viviente con naturalidad, y siguiendo el consejo médico, procuré no alterarme, aunque esa noche ingerí una dosis doble de tranquilizantes para evitar en lo posible las pesadillas.


Diez años después…


El día 7 de diciembre de 1970, se estrenó en Madrid la película La noche de los muertos vivientes, del director norteamericano George A.Romero. Un clásico del género de terror dentro del apartado Zombis


Un mundo, el de los muertos vivientes, que para unos es pura fantasía, y para otros, existe en realidad, en especial en algunos lugares como Haití. Un país con una larga tradición en lo que a no muertos se refiere, y que es considerada como una auténtica tierra de Zombis, en la que se cuentan historias que como mínimo, se podrían considerar espeluznantes, y que están relacionadas con el tema. 


Y el final de la historia fue…


Juan Montenegro Hidalgo tuvo un nieto, Juanito, que al día siguiente del estreno en Madrid de La noche de los muertos vivientes, asistió acompañado de sus amigos a la sesión de tarde, y les confesó, que uno de los Zombis que salía en la película era idéntico a su abuelo.


¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?


La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos,la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos (Antonio Machado)


Fran Laviada

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