Alternativo

Cuando por mi primera vez te vi eras un niño callado, no hablabas con nadie, hasta que lo hice y empezamos a convivir, admito que desde el momento en que te ví llamaste mi atención, tan reservado y tímido que me dio curiosidad tu mundo, tus pensamientos, tu forma de ver la vida, llamaste mi atención en todos los sentidos y hasta el día de hoy no me arrepiento en nada el haberte conocido.

Nos hicimos tan cercanos que nos contábamos cosas del otro que nadie sabía, me gustaba tanto tu compañía que no la cambiaría por nada, me hacías sentir llena y feliz estando a tu lado, no puedo explicar muy bien como me hacías sentir pero solo puedo decir que se sentía bien estar a tu lado, ahora tenía a alguien, ahora tenía en quien pensar, tenía con quien pasar el rato, podría ser yo misma sin arruinar todo, ahora tenía a quien contarle mis secretos, mis felicidades, mis decepciones, todo, tenía todo contigo y se sentía bien, hasta que por fin llego ese momento, "¿quieres ser mi novia?" lloré tanto que te asustaste, pero te alegraste al saber que lloraba de felicidad, se sentía tan bien este sentimiento que nunca te abandonaría, hicimos esa promesa, que nunca nos dejaríamos, que siempre estaríamos para el otro que no importaba nada en el mundo siempre estaríamos juntos.

Crecimos y nuestra relación se hizo aún más íntima, pero, bueno siempre hay pero en estas historias ¿cierto?, llego una persona, ella era amable, se hizo nuestra amiga, mi mejor amiga, la aprecié mucho, ahora ya tenía confidente, me sentía feliz de poder tener a alguien más, ella era tan buena conmigo que realmente la consideré una hermana, la consideré parte de mi familia igual que a ti, ya estaba bien todo, nosotros la oreja perfecta, ya teníamos resuelta nuestra vida, por fin me sentía bien, en tus brazos sentía que todo lo malo se resolvía fácil, no teníamos problemas de ningún tipo y eso me alegraba.

Y seguimos así hasta el día de hoy y aunque tuvimos algunos problemas supimos arreglarlos para seguir siendo felices, estoy contenta de que todo nos haya salido bien, nuestra relación va muy bien, no me quejo de nada y tu tampoco así que todo va más que bien.

La realidad es otra.

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