Noche 64
18 May, 2022
Tiempo de lectura aprox. :
2 min.
+2 votos

Nos imaginamos la vida adulta como sinónimo de libertad. De poder arrancarnos esos grilletes que creemos sentir sobre las muñecas .

Dejar de tener deberes, obligaciones, reproches de padres y otros menesteres. Y la verdad es que, la vida adulta es bien jodida. Son ciclos, la vida. A veces, desaprovechados. Ansiamos tanto crecer que dejamos pasar los días como innecesarios, cuando en realidad cada segundo importa. De pronto te das cuenta de que los años pasan a prisa y que tu felicidad ha sido un duermevela. Que las personas de tu entorno van faltando; que unos se van y otros, ya no regresan. De que te invade la pena, porque ya nada es lo de antes, lo de siempre; que el ahora, puede ser tan solo un instante, porque la muerte guarda en cada esquina, impaciente o acechante. Ya a los 25 empiezan las primeras arrugas de expresión, a los 28 sientes el escalofrío de los 30. Y aun siendo joven, ya te sientes tan mayor. Te empiezas a sentir más lento o más fatigado. Lo que antes podías sentir con tanto placer o éxtasis, ahora tan solo es un suspiro o un lamento angustiado, por no poder ser. Igual que el sueño que tuvimos de niños. Independencia dijimos. Primero fue el pecho que nos alimentó. Luego el amor del que nos costó resucitar. Luego fue la sociedad que nos señala, y la democracia tan mordaza. Nunca realmente somos libres ni independientes. Pero la mente, joder, la mente siempre será República.

173 visitas
Valora la calidad de esta publicación
2 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Publicaciones relacionadas
Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.