<El dolor de hablar de ti. >

  Siempre es igual, ya no sé qué es más doloroso, si hablar contigo o hablar de ti .Creo que hablar de ti es mucho más triste porque se unen mi estómago y mi cabeza, se me revuelve todo, se paraliza una parte de mi cuerpo ya abatido, ya cansado de pensar y del dolor. Hablar de ti es revivir la estupidez humana, es sentirme una vez más insuficiente, incapaz de sobrevivir, poca cosa y poca rosa, ni mis espinas te hicieron sangrar.
Hablar de ti es recordar una historia que parece acabada, pero que vive en mi insoportablemente triste y cruel. Es aumentar mis posibilidades de morir intentando olvidarte, es recordar que no tuvimos las suficientes agallas de luchar el uno por el otro.
Hablar de ti es recordar que me traicioné a mi misma, que traicioné mis criterios, mis creencias, todo aquello a lo que siempre aposté, lo dejé a un lado por ti. Es analizar que desde entonces considero al amor como uno de los sentimientos más perversos, sucios y traicioneros que pueda existir, porque el amor nos convierte en eso que siempre hemos rechazado, nos hace adoptar conductas, comportamientos que antes criticábamos, nos obliga a cambiar de un modo sutil y al mismo tiempo brusco y seco.
Hablar de ti es asumir una posición diferente ante la vida, no considerarme ni siquiera merecedora del amor de Dios, porque quizás ya no soy digna de tan gran bendición.
Lo mejor que tiene hablar de ti es saber que estás en el pasado, un pasado presente, latente y tóxico. Aunque me duele tanto, sé que lo mejor de disfrutarte fue conocerme a mi misma y descubrir que fui capaz de cosas que nunca pensé que podría hacer, fue vivir una experiencia que ha sido dolorosa desde el principio pero que me dió mucho placer. Entonces, al final no fue tan malo, mientras más me duele más te clavas, pero, en la vida, ni en esta ni en la futura, nada dura para siempre, sé que a ti también te dolerá cuando te des cuenta que no encontrarás a una tonta nunca más y que debiste aprovechar tu oportunidad, te dolerá saber que perdiste el privilegio de dominar a una loca como yo que estaba dispuesta a todo, como nadie nunca lo estará.

<El dolor de hablar de ti>
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