UN SELAH DE LOOR, Salmos 21:1-2

El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;
Y en tu salvación, ¡cómo se goza!
Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios.
Selah
Salmos 21:1-2

REFLEXIÓN:

Selah...Un loor gozoso y aliviado de David, escribiendo tal como se expresarían sus hombres, tocante a la respuesta de sus oraciones por la protección y victoria de su rey.

Selah... Y se destilan celebraciones, alabanzas jubilosas en cada letra de estos dos cortos pero muy expresivos versos.

Este éxito sólo es posible por voluntad de Dios en Su soberanía .
Sin olvidar que al Santo Soberano uno se le ha de acercar de una manera especial: en humildad, agradecimiento, alabanza y adoración...
Y ésto, David siendo rey y siervo, lo sabía muy bien.

APLICACIÓN:

Jesús, como el rey David en este Salmo, halló la victoria sobre su adversario, la muerte. Un deseo de su corazón que se remonta desde antes de la fundación del mundo, y que el Padre le permitió cumplir, por amor de Sí mismo y por amor a nosotros.

Pues así fue, que habiendo el hombre caído en trasgresión, entró al mundo el pecado y la muerte. Y Dios, que todo lo sabe, había preparado de antemano a Su Hijo para ofrecerlo como sacrificio, al Cordero perfecto y definitivo, para nuestra redención. Un Cordero que no cubría el pecado, sino que lo ha asumido para sí, redimiéndolo por completo, haciéndonos, a través de Él, el Señor Jesucristo, justos a ojos de Dios, y podamos gozar así del triunfo conjuntamente con Él.

Ahora el Señor que, desde su resurrección, fue enaltecido y puesto en trono a la diestra del Padre, es Rey de reyes y Señor de señores. Pero también es nuestro Redentor, abogado, mediador... ¡Cuán gran motivo para alabar Su Santo nombre!

ACCIÓN:

Primero plasmar las palabras que me sugieren esta dicha:

Entrad por sus puertas
con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno;
para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
Salmos 100:4-5

¡Gracias, Señor, Dios Todopoderoso y Padre Amado! Por haberme justificado por Tu Hijo y por haberme adoptado en Él.
¡Gracias por hacerme partícipe del sabor de esta victoria!

(Si ud., que lee, aún no ha conocido esta victoria, acérquese con corazón sincero y muéstrele su genuino arrepentimiento y su disposición a servirle y adorar al Único Dios verdadero. Crea en el Hijo, Jesucristo como Señor, Redentor y Único modo de recibir perdón y vida para su alma. ¡Experimente el gozo de la victoria y celébrelo alabando Su Santo nombre! ).

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