UN SELAH DE DESAHOGO, Salmos 4:1-2
10 Nov, 2021
Tiempo de lectura aprox. :
3 min.
+1 voto
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración. 
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? 
Selah
Salmos 4:1-2

REFLEXIÓN: 

Selah.. .
Una meditación de David en busca del apoyo moral ante la estupefacción de ver cuán fácilmente se equivocan quienes le apoyaban, volviéndose ahora en pos de quien planea matarlo, su propio hijo. 
David sabe de sobras que no hay mayor y más contundente respaldo que el de Dios y, aunque no le cabe duda que lo acompaña, hay momentos en los que necesita reconfortarse en un extra de muestra de Su paz y Su gracia. 

Selah... En toda preocupación mental trasladada al Padre, en medio del orar, introduce su pensamiento de decepción y asombro ante las decisiones del séquito que observa ahora buscar su mal. 
Como quien le narra a su mejor amigo sus pensamientos, David musita la pregunta desencadenante de su clamor al Padre. 


APLICACIÓN: 

David nos enseña cómo presentarnos ante Dios, en este caso, en plana confianza, exponiendo de par en par su pensamiento. 

No hay mayor desahogo que el de expulsar fuera de sí el pensamiento que le inquieta. 


ACCIÓN: 

No puedo vivir reprimiendo el malestar dentro de mí sin sacarlo a los pies de Cristo, de otro modo, mis oraciones no estarán siendo sinceras hasta que exponga la realidad de mi corazón. 
¿Cómo me siento, qué me preocupa, qué pienso de los demás y qué cosas me acontecieron? 
Sin duda, Dios conoce hasta el lugar más recóndito de nuestro corazón. Con mayor razón, pues debo exponer el mío, abriéndolo de par en par en plena confianza al Padre. No haciéndolo, solo consigo anteponer mis sentimientos a Dios y, por ende, hacer de ellos mi ídolo. 

Recuerdo este pasaje: 

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad,Y guíame en el camino eterno.
Salmos 139:23-24 

Hoy me acerco, doblo mis rodillas y agacho mi corazón ante Tu presencia pidiéndote perdón, por no apreciar el haber desahogado mis molestias ante Ti, sabiendo que eres el Único capaz de hacerlas desaparecer, por cuanto eres el Dueño de mi vida. 

217 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.