Plazo de entrega intima
7 Mar, 2021
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El plazo estaba por llegar a su término. En lo absoluto podría considerarse algo grato o un hecho feliz .

Es tan frágil la idea desatenta de muchos de nosotros por vivir presos en una ilógica burbuja de inmortalidad. Que absurdos son estos pensamientos. El tiempo limita por mucho la existencia, más aún cuando hay de por medio un compromiso, un pacto o un encuentro, sus garras marcan las pieles, los corazones y las historias de vida.


 


En algún lugar...


 


<<¿Cuántas veces se lo he mencionado? Una y otra vez. No me escucha. Estas cuatro paredes me están matando, me siento ahogada, quiero tener otra vida. No se trata de si la merezco o no, es algo más fuerte que yo. No se trata de falta de amor, no es nada personal, es solo que esto me lleva a la mierda, es eso, es más fuerte que yo y ...>>


Lagrimas discretas marcan la inestable realidad en sus pensamientos. Agotada y presa de su hastió se subleva en silencios profundos y miradas desconcertantes.


Los trastes hacen un fugaz viaje al recipiente de desechos, este no solo contiene todo lo que sobra o ya no sirve, allí se desbaratan las angustias y los miedos que corretean a la tranquilidad.


<< Esta cuerda de hijos de puta nos dirigen las vidas, este país se va a la mierda y ellos con sonrisas hipócritas nos pretenden engañar con que, todo va según lo planificado.>> Sentado en el sofá, él revisa las noticias en las redes sociales.


La realidad para muchos, es un deshuesadero de sueños. Cúmulos de momentos inciertos se estrellan en el cristal de sus vidas, ya es un hecho común mirar al horizonte no para ir en pro de algún sueño, ahora es un viaje sin fondo a la bruma de la desesperanza ante tanta improvisada mierda gubernamental.


 


En otras latitudes...


No deberían intervenir. Esta escrito. Pueden hacerlo, pero no ésta permitido inmiscuirse. Siempre nos observan, nos aprenden, nos odian. Tradiciones hablan de los primeros tiempos, exactamente cuándo se hizo el pacto, ellos se revelaron y más que celos, en el fondo nos envidian, es un dulce amargo porque no pueden experimentar o sentir, la susodicha y tan vanagloriada humanidad. Sus ansias y frustraciones perdidas, solo se calman insuflando acciones que evidencien lo débiles que son esta supuesta creación idónea y perfecta. Les da asco. Los seres humanos son su angustia eterna.


 


Aunque la juventud se cuela en sus días, hace más de dos semanas que sus cuerpos están desprovistos de un encuentro intimo o en el peor de los casos, sus ardientes deseos, seguramente por malintencionadas manipulaciones, se tiemplan en la soledad y se consumen a destiempo quebrando la forja de su pasión y de la posibilidad de algo de intimidad, todo se reduce a un momento eclipsado en una camorrera autosatisfacción, en el fondo se extrañan y padecen las ausencias del calor de esas pieles sublimes y ocultas.


 


Con diestra soltura traviesa, su palma aurea sostiene con movimientos sutiles, palabras deseosas llenas de incertidumbres, miedos, dolor y rencor, todos matices idóneos para combatir al amor. Esos labios envidiosos convienen en pronunciar formas indecibles, pertenecen a otros entendimientos. Una brisa envolvente traslada sus palabras e intención hasta la penumbra de los sueños. Castiga sus imaginarios, en su lecho tibio una densa niebla oscura y fría les cubre. Su realidad adquiere una frustrante dimensión gélida.


 


La cara de ella se desajusta en distintas muecas, ojos convulsivos se incrustan en todas direcciones, dan la impresión de desorbitarse, las angustias viajan a velocidades inconmensurables, en sus sueños todo es real y posible. Ya la duda está sembrada. Y repentinamente le aqueja una inquietud, ella a escondidas le oye hablar por el móvil, en la imagen aparece su esposo.


 


—Sí hermano tenía 25 días que nada de nada. Cero sexo.


—¿Y cómo te fue? ¿Te la gozaste?


—Para que lo voy a negar. Estaba riquísima. Nos hicimos mucho de todo. Placer y alta locura. ¡Coño!


—¿Qué te pasa?


—Se me paro.


Risas de travesura cómplice le terminan por amargar el momento. Sucio y traicionero hijo de puta pensó. Sendas lágrimas de dolor acompañan su inmensa decepción.


 


En otros mundos una sonrisa cómplice se regocija. Hay la certeza que ese estúpido sentimiento de amor, esa ridícula humanidad les hará caer a los pies de la desesperación y se ahogaran en dolores punzantes. Cuanta satisfacción y sensación de victoria recorre sus oscuras alas. Una sonrisa malévola le surca el rostro. Un plan perfecto.


 


A la mañana siguiente...


 


—¿Amor hiciste café? —Pregunta como de costumbre desde la ducha.


—Prepáralo tú mismo. Ya los tiempos de la esclavitud se acabaron. Y si es por un tema de machismo pendejo pues ya sabes lo que opino al respecto.


—¡Ey! ¡Ey! Bájale dos mi amor. —Viene en toalla. Le abraza por la espalda y asesta un dulce beso en la nuca.


—A mí no me toques.


—¡Alguien está de malas pulgas hoy! ¿Y qué carajo supones que hice ahora? ¿Cuánta ofensa he hecho a vuestra merced?


—Dímelo tu. No sé, pero soñé algo y tú sabes que los sueños, o son premoniciones o son advertencias. No sé en qué coño andas, pero te veo raro. Me lo huelo y por algo lo soñé.


—¿Es en serio? Te armas este escándalo sin sentido y comenzando el día.


 


Las manos con garras se frotan. El plan está ejecutándose a la perfección. Cuando cree que su cometido llegara a feliz término, una voz aguda de trueno con espada de fuego en mano le reprende, astutamente antes de ser golpeada, procura un vuelo rasante antes de desaparecer al verse descubierta.


—¿Qué has hecho? Fuera de aquí arpía.


 


Bajo una pausa prolongada ella le narra su sueño sin perder detalles.


Ante la duda e incómoda ensoñación. Él le responde.


—Si no me fallan los cálculos hoy es el día 23 que no tenemos sexo. Te quedan 48 horas para salvar tu matrimonio. —Le dice con traviesa sonrisa.


La reprimenda no se hizo esperar. El golpe y un fuerte empujón en el pecho le hace notar su falta de gracia y poca seriedad a su, según ella, sueño premonitorio.


—Te voy a decir algo. Si te descubro en alguna movida, te vas a la mierda. Ten bien claro que no vas a tener segundas oportunidades. Esto se acaba y punto.


—El tiempo va corriendo amor. —Le insiste con picardía. Trata de avivar sus dudas para ver si con una entrega intima pueden deshacer esa locura, porque no solo de pan vive el hombre y tengámoslo claro, tampoco las mujeres, piensa él.


Se aleja mientras articula, te queda poco tiempo y con su mano señala el reloj en su muñeca.


Ella se medió sonríe.


El día comprometido en su permanente realidad eclipsa cualquier pretensión de intimidad.


Más allá se trata de enmendar todo el entuerto mal sano de lo insuflado por la arpía demoniaca cuya caída angelical le lleva acometer estos desmedidos actos.


 


El amor es una fuerza ilimitada.


El amor desanuda los dudas e incertidumbres.


El amor es inmortal.


El amor es el amor.


Y quienes verdaderamente se aman nadie podrá separar.


 


Estas palabras agitan el conjuro, las manos danzan y de la nada surge un ave teñida en rosa. Levanta vuelo para entrecruzar realidades y se deshace hasta convertirse en una sutil línea de aroma a rosa dulce que se clava en los corazones de esos amantes.


 


Repentinamente sus pensamientos escarban recuerdos, momentos y besos sublimes. El aroma de plenitud abraza sus deseos y su amor.


Ella nota como se suaviza su eterna feminidad.


Él reacomoda la tensa sensación de su deseo atrapado en su ropa interior.


Así se marchó el cansado día. Sensaciones extrañas les alcanzaron a la distancia. Todo sucede es sus respectivos espacios de vida.


Al volver a su lecho, cansados no tienen más remedio que ir a los brazos de Morfeo. Mientras duerme un eco le recorre cada centímetro de piel. Unos susurros alados le hacen a ella regresar desde el mundo de los sueños.


 


Lo ve descansar. Sus labios suaves le procuran su presencia. Clandestina va hurgando en silencio, hasta alcanzarlo, con tiernos besos recorre todo su cuerpo. Un escalofrió inusual le despierta. Sin esperanzas de querer apartarla, se postra bajo una marcada impotencia, en un estado de privación de movimiento, siente y desea con alevosía que esos tibios labios, esa suave lengua y esas rebeldes mordidas sigan entrometiéndose en los predios de su palpitante rigidez. Es un fervor intenso. Una flama ardiente le recorre la medula espinal y su torrente sanguíneo presiona su estirado vigor.



Sin guardar distancias, en cómplice astucia descuelgan sus asfixiantes ropas, con altivez y descaro aflora toda su ardiente desnudez.


Manos buscan pliegues suaves.


Bocas se entre muerden. Trozos de labios quedan presos entre sí.


Con deseosa necesidad se encuentran. La mano de ella se ajusta a la dura intensidad de su gruesa templanza.


La mano de él estremece con suaves manipulaciones las pieles enrojecidas de su herida febril.


Arden. El calor les consume sus quejumbrosos quejidos.


El deseo asfixiante les permite danzar en sus intimas sensaciones.


Cada toque de sus labios crea llamaradas intensas de incontenible deseo.


HUMEDAD


CALENTURA


INTENSA APRENSIÓN


ECOS DE PLACER


Con afán las bocas se apoderan, sin descanso y con frenesí de sus intimidades.


Es evidente de cuanta ausencia han padecido sus cuerpos. Un sunami de sensaciones se atiborra en sus vientres. Bajo el movimiento autónomo y descontrolado de sus caderas, se contorsionan, se estremecen, se empujan, quieren provocar más placer, conseguir la plenitud de toques densos con sus bocas en sus partes sensibles.


Logran posturas para que sus deseos encuentren deslizamientos profundos, son aperturas ilimitadas. Están sumergidos en un oleaje desbocado de movimientos feroces y la salvia espesa les arde en los labios.


Con precisión untan su piel de mordidas y besos lamidos, todos hacen impacto en cuello, labios y orejas. Están por doquier, sus angustias van rebosando una incontenible necesidad de desatar un intenso placer.



Bajo un movimiento de astuta caída libre, con un giro repentino, ella abraza su gruesa y húmeda temeridad al mástil de su pasión. Cuan ajustado es el engranaje. Preciso, exacto y oportuno. Una densa sensación los sumerge en un profundo grito de placer.


Con maestría ancestral él doma la erección de los circunspectos pezones, sus pechos se desbordan, sus succiones son tibias y dóciles. Un tormentoso océano de punciones le acometen. Ella se enloquece bajo el manto del deseo que le arrastra a esas latitudes del placer.


Van a mayor velocidad.


Van adentro.


Van afuera.


Van con movimientos duros.


Van a profundidad.


Notas sostenidas de quejidos inconclusos drenan sus ahogos.


Se hacen cuanto pueden y como pueden.



Sus manos moldean a placer sus nalgas redondas, esto le permite controlar perfectamente las dimensiones de su ardiente feminidad, le brinda roces tibios y aplastantes sensaciones a su erguida masculinidad, no quieren sacrificar nada de placer. Es crucial respirar para seguir vivos. Vaivenes desesperados decorados de quejidos aglomerados, destierran al silencio de la noche, sus pieles arden en deseo. Un último aliento se cuela desde lo más íntimo de sus vientres. Antes de desfallecer hacia la tierra del no retorno, él hace una última osadía quiere domarla desde atrás. En cuatro puntos la coloca, ella está dispuesta, suspira y pide clemencia para que todo ese maremoto de pasión se calme y la deje descansar. Él se aferra con descuidada fragilidad a sus caderas, ese momento le hace contorsionar la erecta templanza y después de profusas arremetidas, se postra ante esa plena y dedicada entrega para que se escurran en un mar idílico y tibio de sus adentros, sucumbe sin control en sus abultadas nalgas y ella en previos instantes de este desmesurado desenlace se había deshecho en contracciones húmedas incontrolables de su satisfecha intimidad. El tiempo los alcanza plenos y llenos de profundo amor.


Nada puede contra el verdadero amor. Ellos continuan observandonos con alevosia y siguen insuflando sus envidiosos deseos.


 


 

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Laura16 497 puntos 7 Mar, 2021 Laura16 497 puntos
Sin palabras :O
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7 Mar, 2021
kissaki72 334 puntos 7 Mar, 2021 kissaki72 334 puntos
Gracias Laura por tu apoyo. :-)
M.R.Álvarez 794 puntos 13 Jun, 2021 M.R.Álvarez 794 puntos
Como dijo Ron Swart, el famoso cantante de rock : "He probado de todo en esta vida, pero nada... como la mujer". Dios las bendiga a todas . Excelente erotismo  en tus letras Kissaki72.
+3 votos
13 Jun, 2021
kissaki72 334 puntos 3 Jul, 2021 kissaki72 334 puntos
Gracias M:R. Alvarez. por tu apoyo. Seguimos trabajando. :-)
pablooo3 5 puntos 23 Ago, 2021 pablooo3 5 puntos
???
0 votos
23 Ago, 2021
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