Al escribir es importante ponerse en la piel de tus propios protagonistas y antagonistas para crear personajes y historias mucho más relalistas y creibles, incluso dentro de un mundo de fantasia. La descripcion de emociones por lo tanto es importante, ya que los sentimientos es una parte de nosotros y que muchas veces no lleva a actuar y decir cosas sin pensarlo mucho .
Elegi la situacion del divorcio y este es el resultado:
Mis padres vuelven a discutir. Da igual en qué parte de la casa estemos; parece que estén en la habitación de al lado. Por eso le tapo los oídos a Margaret, que se agarra a mí en un abrazo fuerte. Stuart gime mirando hacia la puerta, estirado en la cama con nosotros. Incluso el perro lo pasa mal.
Siento nostalgia cada vez que pasa esto, por los buenos tiempos en los que gritábamos todos de la alegría, de perseguirnos y jugar por toda la casa. Me duele el pecho y no consigo respirar bien desde que nos dijeron que se separaban. El estómago me rugía por el hambre, pero tengo miedo y no quiero bajar a coger nada. Aunque si mi hermana me lo pidiera lo haría. Tengo que ocuparme de ella. Y sin saber qué hacer exactamente, siendo un completo inútil para ella. Por eso, estoy enfadado conmigo mismo. Y con Michael, que no está aquí para ayudar, para salvarnos… Y ya que estamos, con mis padres. Porque no se dan cuenta de nuestro dolor. Lo peor es que si les interrumpo seguro que papá me grita y mamá se cabreará más con él. Y todo podrá empeorar más. Aunque, ¿Qué hay peor que el divorcio? ¿Que siguieran juntos?
Oigo algo romperse. Salto y me incorporo del susto, dejando de tapar las orejas a Margaret. Empieza a llorar de nuevo y se me cae el alma a los pies. La calmo como puedo, pero me pongo nervioso, tiemblo y empiezo a hiperventilar. Me estreso con mucha facilidad. Por eso nunca me habían obligado a cuidar a la pequeña. Pero me da la impresión de que tendré que empezar a ser responsable, controlarme y ayudarla en lo que pueda.
Espero que os guste.