Que irónico todo. Os lo dije hará cuestión de dos años y medio, que volvería .Y volvió. Bendito sea el abrazo que nos dimos. Fue como revivir de nuevo, me llené por un instante el corazón de fortaleza, me sentía poderosa a su lado, sentía que tenía entre mis brazos, mi mayor fortuna. Que placer más grande fue el coincidir con él. Necesitaba esa explicación para curar mis heridas, necesitaba escuchar de su boca que sí me había querido, necesita dejar de imaginar y empezar a vivir. Soñé tantas noches con él momento de volver a abrazarnos, y sucedió.
Aquí viene la mejor parte, volvió pero se volvió a marchar. Me volvió a abandonar, vino justo en el momento en que me había curado, para volver a dejarme vacía. Una vez más, sin ningún tipo de explicación, sin un porque. Creo que ha cogido como rutina, entrar en mi vida, robarme el corazón y después irse. Aquí me encuentro una vez más destruida sin ti a mi lado. Nunca voy a llegar a entender como una persona que dice quererte tanto, te puede romper el corazón no una, sino dos veces. Es tan irónico que la persona que más quieres, es la que más te rompe. Lo peor de todo esque una vez más, volví a confiar en él como sí fuera el primer día de nuestra historia.
Esta vez será diferente, esta vez ya se vivir sin él, pero os miento si no digo que a su lado es mucho más fácil. Sólo le pido que no vuelva, porque tristemente, lo voy a seguir esperando todas las veces que sea necesario. Ojalá encuentres a alguien que te quiera tanto como yo lo he echo, aunque siendo sincera, es muy poco probable. Adiós, te seguiré esperando todas las vidas que sean necesarias hasta que llegue nuestro momento. Te quiero como muy pocas veces he querido a alguien.
