Sus lágrimas caían como agua de cascada, él le seca las mismas con sus manos quitándole el pelo del rostro y dándole un pañuelo.
-Ella dijo: no soy buena para ti, mi pasado me persigue, además he estado con muchos hombres.
Él le toma el rostro diciéndole: -mírame a los ojos, para mí no serás buena ni mala por lo que haya habido en tu entrepierna. Si estuviste con muchos o pocos hombres no te hace ni mejor ni peor mujer, esos son asuntos del ayer .
Déjame decirte algo: si te pasarás la vida juzgando a las personas por su pasado entonces no mereces conocer a nadie, todos tenemos un pasado y eso es asunto del ayer. No importa si tu mujer fue prostituta alguna vez, lo que importa es quién es ahora, tienes dos opciones: o juzgarla por su pasado y perderla, o vivir en el ahora y ser feliz.