Está más que claro que las drogas hacen perder la cabeza, perderse en el horizonte, y yo tan inocentemente y por accidente me perdí en el vicio de su mirada tan fresa, tan dulce; esa mirada que habla por si sola, esos ojos de color marrón claro que me hacen estremecer todo mi cuerpo... Sé que aunque él diga que no tiene sentimientos, sus ojos me dicen a gritos que está llenos de ellos, llenos de sentimientos sinceros y que buen insomnio es desvelarse en sus brazos y sentir su mirada fija en la mía .Yo era ceniza, y cuando estábamos subiendo las escaleras de la cocina él me tomó de la mano y yo volví arder. Cuando sentí ese calor en mi cuerpo después de tantos años y miré sus ojos, sentía tanta paz que mi caos se ordenó en su mirada.