Esta mañana, estoy segura de eso. Lo he sentido venir por un tiempo ahora, el giro y el caos no han sido tan difíciles de atraparme .El pasado, con todos sus cabos sueltos, no me ha hecho retroceder. Y el futuro, el mismo que a veces parecía aterrador con todas sus incógnitas y todas sus incertidumbres, finalmente se ve bien. Se ve bien incluso con todas esas cosas que sucedieron que no podría haber planificado. Se ve bien a pesar de todos los caminos que tuve que caminar para llegar hasta aquí. A pesar de los tiempos que tuve que escuchar esperar o no o no, esta vez. Y cariño, ¿no es hermoso, cómo funciona? Todas estas cosas que nos suceden en esta vida que tratamos de racionalizar y cambiar -todas las cosas que no queremos y deseamos eran diferentes- esas cosas son las mismas cosas que nos hacen lo que somos. Cuando recorremos los capítulos difíciles de esta vida, es tan fácil perder de vista lo que vendrá después. Es muy fácil olvidar que las tormentas no duran para siempre y honestamente, que la mayoría de las veces no están ahí para lastimarnos. Están ahí para empujarnos, para impulsarnos y alejarnos de las cosas que necesitamos y que no necesitamos en esta vida. Las cosas que nuestros ojos no tienen la experiencia suficiente como para darse cuenta por el momento. Así que esta mañana, estaba seguro de dos cosas. Uno: que el nuevo tema de marzo va a estar lleno de fuerza, esperanza y maldición: felicidad. Finalmente, felicidad. ¿Y dos? Que esta tormenta ha terminado. Encima. Así que gracias al último capítulo de mi vida. Hasta los finales y comienzos y todo el tiempo que he dedicado a descubrir el centro. A los corazones que han entrado y especialmente a los que se han ido. Me has moldeado y fortalecido, roto y reconstruido. La tormenta ha terminado, y ahora, que comience la historia. ♥