No todos buscamos lo mismo, y nadie tiene en su totalidad lo que estamos buscando, armamos un arquetipo de ideal, sin embargo es solo eso, un ideal, andamos en las nubes tratando de localizar desde lo alto a ese ideal que pueda "hacer realidad nuestros sueños", ¿por que no aterrizamos?, ¿por que tenemos que seguir volando?

Nos fijamos tanto en que si esa persona pueda llenar un espacio en nuestra vida, sin embargo ese espacio nunca se encuentra libre porque no somos capaces de soltar, no somos capaces de liberar todas nuestras máscaras, todas nuestras capas.

Tan difícil es mostrarnos como realmente somos en verdad, estamos tan heridos y llenos de un miedo abrumador, de tal forma que si alguien se aparece inventamos un sinnúmero de historias, un sinnúmero de mentiras para ver si nos soportaría, pero lo único que hacemos es apartar a la otra persona, arriesgando cada vez más nuestra felicidad.

Escuché un discurso de una comunicadora Peruana, y decía que nos liberemos de los títulos, las máscaras y todo aquello está encima nuestro y que nos disfraza, es decir todo aquello que supuesta mente nos marca que si tenemos una profesión, que si soy pobre o de una clase social aun superior, y que mostremos la parte más sublime de nuestro ser aquella en la cual una persona al mirarnos, no nos diga, hey me agradas por todos los "títulos que adornan tu persona", sino que al vernos directamente en los ojos de la otra persona podamos encontrarnos y ver que realmente cada uno de nosotrso somos increíbles.



Hagamos que el regocijo de encontrarse sea cada vez mas puro, no el like o dislike de la metodología común que hacemos al momentos de encontrarnos con alguien más.



En mi caso se que tengo muchos disfraces, y que por lo normal soy muy torpe cuando me gusta alguien que me he enamorado varias veces, me he desilusionado la misma cantidad, hice daño y me lo hicieron, carezco de muchas cualidades que tal vez para muchos soy tan común pero a la vez tan extraño cuando estamos tan acostumbrados a fantasías estúpidas que creamos en nuestra mente, en lugar de darnos cuenta que el mundo está ahí afuera y quiere que lo vivamos, existen un sinnúmero de personas que estarían dispuestas a encontrarse con nosotros, pero nuestros perfiles son tan exagerados que hacen que matemos cada esperanza y cada posible peldaño a la construcción de lo que llamamos felicidad. .