Él era mi cuerda en la salida del pozo, la mano que me ayudaba a levantarme cuando caía y la promesa de que todo mejoraría. Exacto, era, hasta que yo descubrí una nueva forma de amar .Fue entonces cuando pasé de ser su hija a su abominación.

Sigo sin entender por qué no me dejó amarla. Me hizo sentir mal y pecadora por algo que no estaba incorrecto. Antes lo creía, pero es que no entendía el amor. No entendía que ese amor es tan puro como cualquier otro y que es real y palpable, que no es una enfermedad del hombre o una desviación. Simplemente es amor.

En la biblia dice que somos la abominación de Dios, que no merecemos estar en el paraíso y que arderemos toda la eternidad. Toda mi vida he temido a arder en el infierno y me imaginaba que si en algún momento lo hacía, sería porque hice cosas malas, cosas como robar, matar, mentir, etc. Jamás imaginé que me iría ahí por amar a alguien.

Lo extraño, no lo voy a negar. No puedo mentir diciendo que no lo necesito o que estoy mejor sin Él, porque no lo estoy. Lo cierto es que lo extraño como nunca, pero ya no puedo volver a Él porque me he vuelto algo que Él no soporta, algo que no quiere tener cerca y que condena para toda la eternidad. Porque no puedo cambiar quien soy, porque yo no pedí que me gustara ella, porque mi mayor miedo siempre fue ser homosexual, pero aún así, eso terminé siendo y no me puedo volver a acercar a Él hasta no serlo más...

Repito; NO PEDÍ ESTO, NO PEDÍ SER UNA ABOMINACIÓN Y LAMENTO SI ESO SOY PARA TI, PERO AMAR NO ES NINGÚN PECADO.

La amo, la amo como a nadie y no, no es pura atracción o lujuria como muchos piensan. Estoy enamorada de ella. De su personalidad juguetona pero ruda, de sus ojos y su sonrisa, de la textura de sus manos, de las cosas bonitas que en algún momento me dijo torpemente. Estoy enamorada de su cabello rizado y sus bromas en clase, de las tonterías que dice y si paciencia hacia mi persona. Y si, no negaré que también estoy enamorada de su cuerpo porque todo viene en un paquete. Simplemente, estoy enamorada de ella y eso no es ningún pecado.

¿Estás escuchándome? ¿Al fin me darás la respuesta a la pregunta que te hice tantas veces? ¿Al fin me dirás por qué me hiciste perderla?

Ah, porque se me olvidaba decirles que ella no es mía, y ¿saben por qué? Porque amé a Dios tanto, que me negué a ella cuando el amor era mutuo, porque se cansó de esperarme, porque me negué a creer que lo que hacía no estaba mal. La perdí y Él ni siquiera contestó a mi pregunta, así que dejaré aquí por si alguno de ustedes sabe la respuesta.

¿Por qué amar es una abominación?