Me enredé en su mirada, en su sonrisa,en su forma de comerse el mundo, en la seguridad con la que avanzaba, en sus esfuerzos por ser mejor persona cada día. Quedé atrapada en su autenticidad.
¡Y como duele saber que semejante hombre ya no es mío!
Como duele notar que no me mira, que no me habla como antes, que ríe con otra, que besa su boca..

Te vi pasar, y otra vez el tiempo se detuvo.
Me quedo en la inopia, pensando que algún día volverás, me abrazarás y todo continuará.
Aún no te he oído hablar, cuanto daría por un susurro tan sólo .
Pobre tonta, ilusa soy, que de ilusión desvivo, que pido a gritos silenciosos que te gires, que me mires...
Un vacío recorre mi cuerpo cuando pasas frente a mí, y sin embargo sigues y pasas de largo.
Y ahí m doy cuenta: tu sola presencia es ausencia. ¡Dios mío, lo he perdido!
¡Pero qué cobarde soy que prefiero antes la muerte que aceptar éste dolor!

¡Porque si él no es el amor de mi vida, y sé que no me equivoqué de amor, debí de equivocarme de vida!