La pista del asesino. Capítulo final
15 Feb, 2024
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= VII =


El entierro


Al día siguiente los periódicos de la ciudad lamentaban la muerte de John Francis Flannagan, un policía ejemplar. Un héroe para todos los que trabajaron a sus órdenes y también para todos los ciudadanos que siempre lo iban a echar de menos, y que ahora se iban a sentir un poco menos seguros ante el crimen, según unas sentidas palabras del Sr .

Alcalde. Pronunciadas en el funeral, mientras colocaba encima de su féretro, la Placa al Mérito Policial, la máxima condecoración del cuerpo a título póstumo, para quien fue uno de sus mejores servidores.


Toda la ciudad estaba consternada, porque el insigne Inspector hubiera sufrido aquel desgraciado accidente en su último día de trabajo, cuando al estar recogiendo sus cosas, el revólver se le disparó de forma fortuita.


Algunos policías echaron de menos en el entierro del Inspector Jefe Flannagan, al Sargento Rick Evans, su hombre de confianza, que una semana después fue trasladado al departamento de policía de una ciudad cercana. Bueno, no tan cercana, ya que mil kilómetros lo iban a separar a partir de ahora de su antiguo jefe (R.I.P.)


Treinta años antes…


El día 2 de julio de 1961, uno de los grandes escritores del siglo XX y Premio Nobel de Literatura, Ernest Hemingway, se suicidó en su casa de Ketchum (Idaho) pegándose un tiro en la cabeza con una escopeta.


Conocer a un hombre y saber lo que tiene en la cabeza son asuntos distintos


(Ernest Hemingway)


Y el final de la historia fue…


Cinco años más tarde Rick Evans, dejó la policía, y al igual que había hecho su antiguo jefe, se dedicó a escribir. Pero a diferencia de este, triunfó como novelista, pues su primer título, Yo maté al asesino, dentro del género policíaco, fue un auténtico éxito tanto de crítica como de ventas. Aunque esto último es sin duda lo más importante, si uno pretende vivir del oficio de escritor.


Cuando le preguntaban a Evans cuanto había de hechos reales en su obra, él, siempre se limitaba a responder, que todo era fruto de su imaginación. Aunque la experiencia de haber sido cocinero antes que fraile (es decir, policía antes que novelista), le había sido de gran ayuda.


Y como siempre hay quien va más allá, alguno tiene sus dudas al respecto, y piensa que el ex sargento Evans, hizo algo más por su antiguo jefe para animarlo a solucionar su problema de conciencia.


¿Quizá disparar sobre él, simulando un suicidio?


Después de todo, si alguien puede crear pistas falsas, ese es sin duda un policía.


¿Tenía una doble intencionalidad el título de la novela?


¡Vaya usted a saber, lo que tiene un hombre en su cabeza!


Rick Evans sigue escribiendo novelas policíacas, y es uno de los autores que más libros vende. Tiene miles de seguidores, que sobre todo valoran el toque de veracidad que le da a todo lo que escribe. De tal manera que convierte la ficción en algo auténtico, como si todo lo que cuenta hubiera sucedido en la vida real.


¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?


La sociedad es un manicomio cuyos guardianes son los funcionarios de policía


(Johan August Strindberg)


= FIN =


Fran Laviada


Esta historia se encuentra incluida en el libro “Liliputiense Negro” (Colección Trayecto Breve N.º 1). Puedes descubrir aquí más información sobre su contenido.

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