El serbio Boban Morjanovic es una de las figuras más reconocidas de la NBA, y mucho (o casi todo) se lo debe a su altura: 2,24 metros, que lo convierten en el jugador más alto de la liga junto al otro gigante del básquet de los Estados Unidos, Victor Wembanyama.
Pegaditos en la fila del colegio pero a años luz en lo que respecta a la edad: Boban tiene 35 años mientras que el francés cumplirá 20 en un par de semanas. Y los dos tuvieron su desembarco en Norteamérica con la misma camiseta, San Antonio Spurs.
A diferencia de Wemby, que ya lidera a los texanos en su primera temporada como rookie y al que le auguran futuro estelar, lo de Boban en la NBA fue más trabajoso, y él logró salir adelante .
Un laburante Bobi. Lo demostró en su primera temporada con los Spurs, en 2015, compartiendo plantilla con Manu Ginóbili, quien jugaba sus últimos años con la camiseta 20.
"Manu realmente me ayudó cuando vine a la NBA, me ayudó a desarrollar mi juego y a ser mejor en cada juego, no sólo jugando al básquet, también como persona", dijo hace poco Boban sobre Ginóbili. Se entendían dentro de la cancha, con asistencias fenomenales del bahiense hacia el serbio y también fuera de ella.
"Aprendí español mirando telenovelas, era algo realmente importante en mi hogar. Éramos chicos y sólo se veía eso en la TV", le confesó entre risas al canal de la NBA México.
Capaz de reírse de sí mismo y con una inocencia que contrasta con su imponente figura, el serbio es uno de los tipos más queridos de la liga, y suele demostrarlo en sus partidos con los hinchas y sus ocasionales rivales.
"Amo estar con mis amigos, amo a todas las personas y pasar tiempo con ellas. Yo soy así, no quiero ser alguien que no soy. Trato de ser una buena persona y las amistades vienen. Crees en ellos, estoy para mis amigos y mis amigos están para mí, así es como funcionan las amistades. Siempre digo que una persona es tan buena como la cantidad de amigos que tiene, y hablo de amigos reales", explicó con total naturalidad.
En términos deportivos, se podría decir que Boban tuvo que hacer un esfuerzo directamente proporcional a su altura para permanecer en la élite de la NBA. Duró (y jugó) poco en San Antonio, pasó por Detroit, los Clippers y Philadelphia, hasta que finalmente hilvanó tres temporadas consecutivas con los Dallas Mavericks de Luka Doncic. El año pasado fue transferido a los Houston Rockets como parte de un combo de cuatro jugadores a cambio de Christian Wood a los Houston Rockets junto a otros tres jugadores a cambio de Christian Wood, hoy en Lakers.
o deslumbrará con los números y las estadísticas Boban pero la rompió como actor. El serbio es uno de los tantos jugadores profesionales que aparece en la muy buena película Garra (o Hustle, según su nombre original), protagonizada por Adam Sandler y furor en la plataforma Netflix. Pero también se lució en la tercera entrega de John Wick, la saga de Keanu Reeves que se convirtió en todo un clásico del cine de acción. Allí, Marjanovic interpreta a un gángster que se enfrenta al héroe.
Las manos de Boban son un fenómeno viral, y en las redes él mismo se presta a un juego que se denomina "Boban sosteniendo cosas", en el que expone de manera brutal su inmenso tamaño. Aparece sosteniendo pelotas de tenis, micrófonos, botellas de vino, y hasta la mano de Milica Krstric, su esposa desde 2014, a quien le saca 63 centímetros de altura.
Ahora, la última sorpresa de Boban fue mostrarse con un mazo de cartas en la mano, una imagen que se tornó viral en las redes y volvió a comprobar de qué esta hecho este gigante y simpático basquetbolista.
