Sofía se despertó temprano en su pequeña habitación. El sol apenas comenzaba a asomarse por la ventana, pero ella ya sabía que otro día lleno de angustia y dolor la esperaba .Los gritos de sus padres resonaban en su mente, y el recuerdo de los golpes de la noche anterior la atormentaban.

Se levantó con cuidado, evitando hacer ruido para no despertar a sus padres en su dormitorio contiguo. Caminó sigilosamente hacia el baño, donde observó su reflejo en el espejo. Sus ojos cansados y llenos de tristeza reflejaban el peso que llevaba sobre sus hombros.

Bajó las escaleras con cautela y se encontró con la mirada hostil de sus padres en la cocina. La indiferencia y el menosprecio eran constantes en su trato hacia ella. Se les pasaba por la cabeza que Sofía era simplemente una carga, un objeto que podían controlar y maltratar a su antojo.

- Buenos días, papá, mamá - dijo Sofía con voz temblorosa, esperando un mínimo de amabilidad en su respuesta.

- No tienes derecho a ocupar nuestro espacio con tu inferioridad - espetó Pedro, el padre de Sofía, sin apartar la mirada de su periódico.

Ana, la madre de Sofía, alzó una ceja con desprecio mientras preparaba el desayuno. Las palabras hirientes resonaban en la mente de Sofía, pero a pesar del dolor, se mantuvo fuerte.

En la escuela, las cosas no eran mejores. Los compañeros de clase la ridiculizaban y le hacían bully constantemente. Sofía se sentía sola y desamparada, buscando un rayo de esperanza en medio de tanta oscuridad.

Un día, mientras caminaba por los pasillos llenos de murmullos y risas burlonas, notó la presencia de un chico nuevo. Era Lucas, un joven misterioso que había ingresado al colegio esa misma semana. Tenía una mirada penetrante y un aura de arrogancia que lo rodeaba.

Lucas era ajeno a los demás, parecía no tener emociones ni interés en el mundo que lo rodeaba. Sin embargo, algo en él llamó la atención de Sofía. Era como si en su mirada lograra ver la sombra de un alma herida, al igual que la suya.

Un día, después de clases, Sofía se encontraba sentada en un banco del parque, sumida en sus pensamientos. Lucas se acercó sigilosamente y se sentó a su lado.

- ¿Qué te ha llevado a este rincón solitario? - preguntó Lucas en voz baja, rompiendo el silencio.

Sofía levantó la mirada sorprendida por la aparición de este chico que era tan diferente al resto de sus compañeros.

- Este lugar me brinda un poco de tranquilidad. Aquí puedo escapar por un momento de todo lo que me atormenta - respondió Sofía, con un dejo de tristeza en su voz.

Lucas la observó fijamente durante unos segundos, como tratando de descifrar los pensamientos ocultos de Sofía.

- Pareces tener una mirada cansada y llena de heridas - dijo Lucas, con un gesto de preocupación en su rostro.

Sofía sintió un nudo en la garganta, pero se dio cuenta de que frente a Lucas podía ser sincera.

- He pasado por mucho sufrimiento en mi vida. Mis padres me maltratan y en la escuela me hacen bully constantemente. Siento que no hay escapatoria - confesó Sofía, dejando que las lágrimas brotaran en sus ojos.

Lucas la tomó de la mano suavemente, ofreciéndole un apoyo silencioso.

- No estás sola, Sofía. Aunque parezca insólito, puedo entender tu dolor. Mis propias experiencias me han enseñado que la dureza exterior a veces esconde una fragilidad interior - dijo Lucas, con sinceridad en su voz.

Sofía se sorprendió al escuchar esas palabras, nunca había conocido a alguien que entendiera su sufrimiento de esa manera.

A medida que pasaban los días, Sofía e Lucas se fueron acercando cada vez más. A pesar de su carácter serio y distante, Lucas mostraba una preocupación genuina por Sofía. Se sorprendía encontrándose a sí mismo sonriendo cuando estaba con ella, algo que no había sentido en mucho tiempo.

Un encuentro fortuito los llevó a descubrir que sus vidas compartían una terrible similitud. Los padres de Sofía habían decidido venderla al jefe de la mafia más grande de los Estados Unidos: Lucas. Esta revelación los dejó atónitos, creando un vínculo inesperado entre ellos. Juntos, estaban a punto de embarcarse en un camino lleno de desafíos, donde deberán enfrentar sus miedos más profundos y descubrir el verdadero significado del amor y la redención.

Continuará...