Las aduanas chinas informaron que Rusia se convirtió en el mayor proveedor de crudo de China en enero y febrero de este año, superando a Arabia Saudí, que había sido el primer proveedor de petróleo de China en 2022.
Las importaciones de crudo procedente de Rusia aumentaron un 23,8 % interanual en los dos primeros meses de 2023, alcanzando los 1,94 millones de barriles diarios (bpd). Por otro lado, las importaciones de crudo de Arabia Saudí cayeron un 4,7 %, lo que equivale a 1,72 millones de bpd.
La compra de crudo ruso barato con descuentos respecto a las referencias internacionales ha llevado a un aumento en las importaciones chinas de crudo procedente de Rusia.
Las refinerías independientes chinas importan gran parte de los volúmenes rusos, aprovechando los grandes descuentos a los que Rusia vende su petróleo a los clientes.
A pesar del flojo comienzo de 2023, se espera que las importaciones chinas de materias primas energéticas aumenten a finales de año, mientras que la demanda de petróleo repuntará y llevará el consumo mundial de crudo a un máximo histórico, según las previsiones.
La reapertura de China dará un nuevo impulso al crecimiento económico mundial.
La OPEP revisó al alza su previsión de crecimiento de la demanda china de crudo, mientras que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señaló en su informe de la semana pasada que “la acumulación de reservas hoy aliviará las tensiones, ya que el mercado entrará en déficit durante el segundo semestre del año, cuando se espera que China impulse la demanda mundial de petróleo hasta niveles récord”.