La bola gigante que se encontró en una playa de Japón se sospechaba que podría ser material nocivo y decidieron realizar ciertas pruebas con rayos X y determinaron que el objeto era seguro, pero continuaban sin identificar lo que era, hasta que el jueves por medio de una grúa, la removieron. Y llegaron a la conclusión de que se trataba de una boya perdida.
Lo cómico es que en internet surgieron decenas de ideas conspirativas .Ya no hay por qué alarmarse.