El avance de la tecnología ha creado técnicas que hoy nos sorprenden, como la inteligencia artificial o la realidad virtual, que seguirán evolucionando; en particular hacia una transformación vinculada al mundo de internet. Toda tecnología sitúa a las personas en nuevos contextos o espacios.
El término de Metaverso se utilizó en 1992 en una novela de Neal Stephenson: Snow Crash, en la cual se describe un espacio virtual que converge con lo físico .
El concepto se usó cada vez más, pero como parte de las historias sobre universos virtuales. Fue hasta el surgimiento de la red y el avance del internet que el Metaverse se transformó en una realidad.
Facebook no es el primero en poner en la opinión pública el tema de Metaverso, muchas empresas ya están invirtiendo y generando esfuerzos para la construcción e impulso de los entornos en estos espacios virtuales.
La creación de escenarios y mundos virtuales donde cada persona crea su propio avatar e interactúa con otros usuarios no es nada nuevo. La industria de los videojuegos, por ejemplo, lleva casi dos décadas desarrollando juegos de este estilo, como Habbo Hotel, Second Life o World of Warcraft. Meta lo que pretende es unir este tipo de mundos con la navegación a internet y la realidad virtual.
Así, en el Metaverse lo que se busca es que las personas no solo naveguen por diversión, sino también que lleven a cabo actividades productivas como tener reuniones de trabajo o con amigos o familia.
Dicha decisión cobra especial importancia si analizamos que, tras un año de pandemia y de trabajo remoto, la empresa lanzó en agosto de 2021 Horizon Workrooms, el cual, mediante lentes de realidad virtual, permite a los usuarios ingresar a salas de reuniones virtuales para interactuar con otros compañeros.
El Metaverso sirve para expandir acciones y eliminar fronteras geográficas, busca unir a las personas con tan solo conectarse a la red, donde podrán interactuar a otro nivel. Además, sirve para crear espacios similares a los físicos, pero sin obstáculos, por lo que podrán ampliarse las oportunidades académicas, laborales o sociales.
