Cuando la madre de Jono Lancaster dio a luz y vio que su hijo había nacido con una deformidad, lo abandonó, lo dejó en el hospital mientras se escapaba por una puerta trasera sin que la vieran.

Jono nació con el síndrome de Treacher Collins, y por su malformación fue abandonado, y el hospital tuvo que darlo en adopción.

Como suele pasar en este tipo de casos, fue acosado por los otros niños en la escuela, le decían que tenía una cara tan fea, que ni su propia madre pudo amarlo. Nada más imagina crecer con el sentimiento de creer, haber tenido la culpa por el abandono de tus padres, imagina por un segundo.

Pero, a pesar de todo, de sentir que el mundo estaba en su contra, de que la vida le había dado la peor mano, Jono sabía que no se trata de tener una buena mano, se trata de como juegas tus cartas.

En sus veinte años desarrolló una pasión por el fitness, lo que lo llevó a tener un cuerpo de modelo, y a conseguir trabajo como entrenador personal.

Aparte ahí conoció al amor de su vida, con quien se terminó casando.

Ahora Jono viaja por el mundo para conocer a chicos que tienen su mismo síndrome y para inspirarlos , para ser el modelo a seguir que el nunca tuvo.

Eso pasa a menudo, y lo reconozco a veces pensamos que la vida nos dejó de lado o que fue injusta con nosotros, y la verdad es que probablemente sea así, pero ¿que pensamos hacer al respecto? ¿vamos a dejar nuestros sueños y metas tirados en el piso por que la vida fue injusta con nosotros? ¿o vamos a trabajar con todo lo que tenemos para lograrlo?

Por que si una persona en tu mismas condiciones, solo una pudo lograrlo, tu también puedes