Sin embargo, en todo este mar dominado por aguas agitadas y tempestades, de vez en cuando sobresale algún que otro mensaje que nos hace recuperar la fe en la bondad humana, en el deseo de acompañar en momentos tristes, en compartir las situaciones de alegría; en celebrar de forma colectiva la búsqueda de la felicidad de la forma más simple y llana posible. Es precisamente este último escenario el motivo de esta historia -y de esta noticia-.


Una historia que se alza por encima del estridente ruido de las redes sociales y que tiene por protagonista a Raquel. O, mejor dicho, al abuelo de esta joven internauta que ha compartido en Twitter dos imágenes que han emocionado y encandilado a miles de personas. "Le he pedido a mi abuelo una lista de cosas que le hacen feliz y me encuentro personalmente destrozada", reza el texto que acompaña a las dos fotografías que ha subido Raquel a su cuenta.


En ambas aparece un listado de los hobbies y deseos de su abuelo; esperanzas que se encuentran prácticamente al alcance de cualquiera. Tirando del conocido proverbio español "no es más rico quien más tiene sino el que menos necesita", el abuelo de Raquel ha dado toda una lección de humildad a muchos usuarios de Twitter. Pero ¿de qué se compone esa lista de cosas que hacen feliz al abuelo de esta joven?


Ir a Huelva para ver a su hijo y a sus nietos, despertarse por la mañana junto a su mujer, tocar la guitarra y cantar "lo poco" que sabe, conducir su coche y viajar, desayunar en la terraza del bar en verano o ir a la playa, merendar alguna tarde churro y chocolate, que le llamen sus hijos por teléfono -él mismo indica que "no son muchas veces"-, arreglar cualquier cosa en casa y que le "salga bien" y juntarse en familia para ir a comer. Esta es su lista de cosas para ser feliz.