La llegada del covid-19 al Amazonas, ha expuesto al mundo la desastrosa situación de sus habitantes.
El Amazonas es la región ecológica con mayor biodiversidad. Es el lugar donde se encuentra la selva tropical con mayor extensión en el planeta .
Y es que cualquiera que haya pisado alguna parte del suelo Amazónico; no tendría que ser un genio para notar el gran abandono por parte de los diferentes Gobiernos latinoamericanos hacia este territorio. En el caso de Colombia, una de las principales razones de olvido por parte del Gobierno, se debe a la falta de interés político, a la poca densidad de la región, la constante presencia de grupos armados y a la casi nula comunicación entre los gobernantes y la Amazonía.
Y qué decir de Brasil. Donde la deforestación y la violación de derechos humanos hacia los pueblos indígenas, es un problema realmente crónico. Y ahora, con la rápida propagación del covid-19 en esta región del planeta, las nefastas deficiencias de salud salieron a la luz.
El coronavirus desnudó la pobreza del Amazonas
De acuerdo a la ONG “Sinergias”, Leticia, que es la capital del departamento en el territorio colombiano; es la ciudad con mayor cantidad de contagios por millón de habitantes. Pues desde el pasado 17 de abril, donde se detectó el primer caso en la región, hasta el mes de junio, ya llevan más de 2.000 casos positivos para el coronavirus. Convirtiéndose en la quinta región más infectada del país.
De acuerdo a los informes del alcalde de la ciudad, Jorge Luis Mendoza, el covid-19 se expandió con gran dureza en un municipio sin recursos; donde la infraestructura de los dos únicos hospitales que hay, (el Hospital de San Rafael y la Clínica de Leticia), son completamente insuficientes para atender tantos contagiados y fallecidos.
Pues según el alcalde Mendoza, entre los dos hospitales, solo cuentan con aproximadamente 50 camas hospitalarias y 7 respiradores artificiales para atender a más de 2.000 pacientes infectados por coronavirus. Y a pesar que el Gobierno colombiano, ha restringido las fronteras con militares para evitar el paso de los habitantes y ha enviado alimentos, insumos sanitarios y algunos médicos para atender la emergencia, la situación aún sigue siendo crítica.
Así lo afirmó Camilo Suárez poco antes de morir, quien fue conocido como el “diputado de la selva”: “El Amazonas está en SOS, señor presidente. El Amazonas también es Colombia y necesitamos de su ayuda. No estamos preparados para atender esta pandemia”.
Sin embargo, la crisis no solamente está afectando a esta parte del Amazonas. Pues debido a que el río es el principal medio de transporte y comunicación de toda la población que habita la enorme órbita del Amazonas, el virus se ha propagado con dureza a otras poblaciones del territorio.
Manaos en Brasil e Iquitos en Perú, también se encuentran afligidos
Arthur Virgilio Neto, quien es el alcalde de la principal ciudad del Amazonas en el territorio brasileño, afirmó que allí están viviendo “una película de terror”, pues al mes de junio ya van más de 5.500 casos reportados; lo que ha llevado a saturar el sistema de salud de una manera desastrosa. Además, se han visto en la obligación de cavar varias fosas comunes, porque no tienen donde enterrar a sus muertos: “No queremos milagros. Lo que necesitamos es un avión lleno de ventiladores, medicamentos y equipos de protección”, afirmó el alcalde Virgilio.
Y en Iquitos, la ciudad puerto peruana ubicada al norte del Amazonas, la situación no mejora. Pues, aunque su departamento Loreto, no es la región con más habitantes infectados, en sus hospitales no se ve más que necesidad.
Pues a causa de la incontrolable demanda de personas contagiadas con el virus, la falta de camas, medicamentos, e incluso el oxígeno se hace cada vez más notorio: “En mi hospital, solo tenemos alrededor de 60 a 70 camas. Los pacientes que no tienen camas, están siendo atendidos en una carpa en los alrededores del hospital y en módulos que pusieron en el patio”. Así lo denunció Juan Ramírez Arévalo, médico general del Hospital Regional de Loreto.
Además, la falta de médicos es otro problema realmente grave. Pues de acuerdo al Doctor Ramírez, aunque hay aproximadamente 650 profesionales; 166 están contagiados, 60 se encuentran en cuarentena por presentar síntomas de covid-19 y 150 también se encuentran en aislamiento por tener más de 60 años o presentar otro tipo de enfermedades. Lo que deja únicamente a 274 doctores en Loreto, de los cuales 40 de ellos están en Iquitos. A lo que el Doctor Ramírez concluye que “80% de todo el personal de salud en el departamento se encuentra contagiado”.
¿Habrá esperanza para el Amazonas?
Con todo esto, es evidente que durante todos estos años, la gran parte de los Gobiernos latinoamericanos, solo han visto a la Amazonía, como un lugar hecho para explotar y sacar recursos. Mientras los diferentes sistemas de salud se caen a pedazos por falta de innumerables recursos y atención.
Además, el hecho de combatir esta pandemia de forma individual, para un Amazonas que en realidad tiene un solo pueblo, pero con banderas distintas, solo ha agravado la crisis en sus habitantes. O dicho en palabras del médico colombiano Pablo Martínez, quien ha trabajado en el Amazonas por más de 20 años: “Han elegido enfrentar este problema desde cada país, de forma individual y con distintas estrategias, y no se han dado cuenta que el río conecta a esta región como un todo y necesita una atención integral”.
