Hace tiempo me daban pánico las montañas rusas, siempre pensaba que algo iba a ocurrir y no las disfrutaba en absoluto.
En aquel entonces también me daban miedo muchas más cosas. Vivir y morir .
Luego, poco a poco empecé a disfrutar las montañas rusas. No debe pasar nada, me decía a mi misma, y bueno, si pasa puede que no tenga marcha atrás y no debía preocuparme, pensaba.
Poco a poco se me fueron pasando los miedos, ni la vida ni la muerte me asustan. Disfruto cada segundo, hasta los de máximo esfuerzo en los que pienso que se va a parar todo porque me quedo sin fuerzas. Río a carcajadas.
Mi vida, tu vida, nuestras vidas son una montaña rusa. Tú decides si le temes o la disfrutas en cada uno de sus altibajos.