¿Habrán caducado ya los besos que nunca nos dimos y que tenemos guardados en el corazón?
El beso perfecto es largo, intenso y profundo y con un alto riesgo de asfixia para la pareja que lo lleva a cabo.
¡Quiero besos con pasión, pero que no me devoren!
¡Quiero besos ardientes, pero que no me quemen los labios!
¡Quiero besos interminables con la luna como testigo!
¡Quiero besos rellenos de amor, pero que no me indigesten!
Un beso en la oscuridad es más apasionado, aunque te muerdas la lengua.
Un beso a tiempo, te puede salvar del infierno, siempre que quien besa no sea el Diablo.
Los besos robados no tienen pena de cárcel (siempre y cuando el robo esté autorizado).
Fran Laviada