Mi estante
12 Abr, 2019
Tiempo de lectura aprox. :
4 min.
+2 votos

Soy un jarrón creado por un viejo Alfarero de oficio, detallado y hecho especialmente para adorno con especificaciones  finas, con el proceso requerido de paciencia absoluta.


Ya bien elaborado mi destino fue parar en un estante el cual me sostenía para no caer al suelo y destruirme por completo, era mi soporte y salvación.


Con una vida estática manejada por la monotonía a naturaleza surgió, con mi estante, una relación estrecha. Días y noches completas apartados de tanta vida alrededor por estar fijamente juntos a causa de una elección fuera de nuestra jurisdicción sin más opción a convivir para probar un bocado de libertad y voluntad.


La cercanía incrementó en esencia, en el caso de la física se palpaba más.


Pero al paso del tiempo las cosas se complicaron, me cargaba de problemas sin sentido por capricho y orgullo.. .

Aumentando mi peso de forma exponencial y mi estante... Frágil,


sensible y cada vez más agobiada.


Quejas empezaban a llegar de su parte, se le hacía difícil sostenerme por mi peso que crecía sin importar las consecuencias.


Cegado de ego, totalmente aislado viviendo en frustración continua, formando desorden mental.


El día llegó y pasó lo que debía pasar.... La rompí... Congelando el tiempo ya no sentía nada, no alcanzaba a comprender lo que sucedía.


En cámara lenta vivía mi caída, desciendo mientras oía el crujir de la madera que fue mi soporte y salvación....


Al tocar el suelo haciéndome pedazos descubrí en mi agonía de incertidumbre mi fragilidad, más sin alguien de soporte. Sin percatarse de eso antes el desastre a consecuencia fue fulminante.


Estando adormecido transcurrió cierto tiempo sirviendo para mi arreglo, pegando cada pieza intentando rescatar algo que se encuentra ya perdido.


Cuando desperté, débil, podía ver cada marca de la reparación rigurosa, el entorno no era el mismo dándome cuenta que estaba en otra estantería, confuso traté en la mente de poner todo en orden.


Hacía falta un pedazo en mi estructura poco notable pero de mucha importancia, siendo un jarrón el estar completo es una dicha o más bien la única de las dichas que ofrece el mundo, fabricados con motivo de retener líquidos no podría permitir alguna fuga.


Inútil en la única función de propósito nato supe que ya no volvería a ver a mi estante, destrozándose en aquella situación de paga a mis actos llenos de egoísmo siendo nuestra ruptura la conclusión, lo que me faltaba se fue ése día, junto a mi estante....


Nunca más la volveré a ver.


Pero se ha llevado lo que ahora se convierte en lo más importante de mí, la pieza ausente que por ausente es apreciada en un nivel especial, es vida lo perdido.... Sin arrepentimiento de nimia importancia el ya no tenerla significa que la amaré a pesar de todo, sé que....


Siempre iré con ella y siempre la amaré.

94 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.