Suicidio: lo que deberías saber antes de criticarlo.
6 Feb, 2019
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En la ciudad donde vivo hoy hubo una tragedia, una madre se lazó al vacío junto a su hijo de 10 años. La noticia conmociono al país y se está realizando una campaña en contra del suicidio, a raíz de esto he escuchado y leído todo tipo de comentarios que me hicieron reflexionar y creí que lo mejor seía hablar desde mi propia experiencia e ilustrar a muchas personas que tienen vagas creencias sobre este suceso.


Lo más importante a dejar en claro es que una persona no se suicida porque sí .

Todos hemos tenido problemas, dificultades o inclusos desbalances hormonales o mentales que nos han hecho perder el rumbo, sin embargo, aprender a lidiar en situaciones donde nos encontramos entre la espada y la pared es lo que comunmente se llama: resiliencia. Es esta condición la que determina hasta donde puede aguantar una persona antes de tomar una decision fatal.



  1. "las personas que se suicidan son unos cobardes, toman una decisión por impulso y no piensan en los demás"

  2. "los suicidas están locos"

  3. "las personas que piensan en suicidarse lo harán de todas formas"

  4. "no podemos hablar del suicidio con las personas porque eso les meterá esas ideas en su cabeza"


Estás son las ideas o creencias más comunes así que me dedicaré a explicar una por una desde mi perspectiva y a desmentir o ratificar lo que sucede en cada caso. En mi caso, tuve un desequilibrio piscológico (así es como YO MISMA lo describo y lo he sentido así) en un momento de mi vida donde tenía muchos problemas emocionales, donde por muchas razones me sentía sola y desamparada, eso hizo que tomara una mala decisión e intentara tomarme todas las pastillas para dormir que el medico me había recetado. Además, había tomado toda una botella de vino minutos antes, lo que me dió esa "valentía burbujeante" y junto a un ataque de ira, golpee mi mano y mi cabeza contra un muro. Así que toda esta combinación, según yo, garantizaría mi muerte y no volvería a saber de nada ni nadie más. Para mi fortuna, mi novio pudo entender las señales y llego corriendo a mi casa, el tenía las llaves y cuando me vió actuando como un zombie y escribiendo mis "últimas" palabras en mi laptop, me hizó vomitar, me dió hielo para mi cabeza y mucha agua para mi borrachera. Él me salvo, y quiero salvarlos a muchos con este texto.


Primero que todo: Nadie que haya tomado la decisión de morir es un cobarde. Si estas en el momento de tu vida en el que ya determinaste que morir será lo mejor para ti y que es las mejor o la única salida a tus problemas, es una persona que ya ha pasado por TODO. En mi caso personal dure meses sintiendome mal, con bajones emocionales que ni yo misma podía comprender, por lo que en el momento en que tome la decisión ya había atravesado múltiples opciones, y después de ese suceso de crisis, mi pareja encontró una manera de sacarme a flote. Siempre hay otra opción, siempre hay una salida, así que no es que sean cobardes, son tan valientes que prefieren irse por mano propia al averno en lugar de seguir sufriendo. Porque si decidiste hacer eso, EN REALIDAD SABES QUE ES EL SUFRIMIENTO.


La segunda creencia en parte puede ser cierta y en parte no. En mi caso particular he estado ya tres veces con ayuda psicológica, tuve un desorden hormonal que se junto con varias crisis emocionales que en condiciones aisladas no hubiese sido tan traumático, pero en este caso constituyo una cadena de sucesos que me llevaron al caos. Muchas personas comienzan a tomar algún medicamento para dormir, para la migraña o incluso pastillas para planificar, si se combinan con algunas circunstancias puede ser un peligroso cóctel depresivo que puede terminar fatal. No todos están desequilibrados pero sí sufren de depresión. La depresión está categorizada ya como una enfermedad, no es una enfermedad mental como la esquizofrenía, pero sí es una enfermedad emocional que debe ser tratada y se le debe prestar atención al igual que cualquier enfermedad del mundo.


Es importante recordar que la depresión no siempre tiene los mismos sintomas para ser evidenciada, pero algo que sí es fijo es que las personas que sufrimos en algún momento de esta condición solemos buscar a alguien o algo para desahogarnos, hablando solo, escuchando música, escribiendo o contnadole a una persona en específico. La verdad es que siempre hay un detonador, algo que cambia una situación que es estresante o triste para que se convierta en un espisodio depresivo. Hay señales, hay que verlas.


De todas las suposiciones creo que esta es la que me más me molesta. Pensar que una persona desea morir y creer que no importa lo que hagamos esa persona igual intentará morir es el pensamiento más mediocre del mundo. No cuesta nada ayudar, y más si es para salvar una vida. En el momento en que busque si podía morir con las pastillas que iba a ingerir lo primero que encontre en internet fue un link para pedir apoyo y asistencia emocional, eso me hizo pensar que quizá al otro día podría ver las cosas distintas, por lo que ingerí menos cantidad de pastillas. En mi mente pensé que era una señal así que quedaría en el limbo para ver si aparecía algo más que me ayudase a vivir, luego pareció mi novio y mi perro, ambos cuidaron de mi y me demostraron que soy amada, al día siguiente vi a mi mamá y sin que ella supiera nada me hizo sentir amada y protegida. Todo eso desencadeno una ayuda en mi que hasta el día de hoy (un mes exacto desde el incidente) no he intentado lastimarme ni he tenido más episodios. Cuando me siento mal busco ayuda, hablo con mis papás que saben de mi condición e intentan ser un punto de apoyo para mi e intento recordar porque decidí vivir, porque aun tengo sueños y metas, eso me motivó a seguir adelante.


Muchas personas no tienen ayuda, muchos con tan sólo recibir un buenos días o una palabra de aiento así sea de un desconocido deciden hacer algo distitno, por eso digo que ayudar no nos cuesta nada y podemos salvar vidas a diario sin saberlo.


Finalmente, esta creencia va en contra de toda mi filosofía como maestra. Entre más se hable de un tema y se normalice para los jóvenes y la comunidad en general, más fácil será  para ellos actuar de forma correcto cuando se les presente esta situación. Al informarle a mis papás de lo que sucedió (les conté mucho tiempo después) ellos comenzaron a investigar, me mandaron a un psicologo donde tenemos terapias grupales y donde llegamos a acuerdos en cuanto a compartir tiempo de calidad y apoyarnos en momentos de debilidad. Mi familia es separada, pero eso no implica que no fuesen capaz de unirse y coordinar cuando su única hija está en riesgo. Al final cambiamos ciertas actitudes y perdimos el miedo a decir lo que sentimos, eso no ha ayudado a ser más trasparentes y confiar en que al pedir ayuda se nos brindará una mano.


Todo es cuestión de compresión y de ayudar. Así que los invito a que se informen, a que lean y se den cuenta que esta es una problemática que afecta más personas de las que creen. Muchas buscan ayuda y otras se desesperan al punto en que una sonrisa de un extraño puede ser la única salvación. Seamos esa sonrisa.

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