Antes de entrar a hacer la comparación y explicación de estos tipos de violencia que hay en nuestra sociedad, quería aclarar que me he decidido a escribir sobre ello porque vengo de haber sufrido violencia de género por parte de un chico con el que he durado un mes.
Las actitudes que me hicieron darme cuenta de que estaba siendo una víctima de violencia de género iban desde querer controlar mi dinero hasta mi ubicación, mediante la petición de fotos o videos para demostrarle que estaba en mi casa y no en el piso de estudiantes. Cuando tenía que dar clases de repaso en Villarreal, él no se iba a Valencia, sino que venía conmigo y sentía que más que una pareja, era una carga que no me podía quitar de encima, -su excusa era que su madre no le daba llave de casa, teniendo él 37 años-.
Además, cada vez que alguien me mandaba petición de amistad en el Facebook o si tenía ya a alguien agregado, me preguntaba quién era y se montaba películas mentales, si esa persona era un chico .
También, me echó la bronca por no mandarle un whatsapp en todo el día 12 de diciembre, -ese día no tuve ni un momento para descansar, estuve yendo y viniendo desde Castellón hasta el pueblo toda la mañana- y se permitía el lujo de opinar sobre si me convenía realizar una sustitución en el autobús del instituto de mi pueblo, diciendo que por un día no valía la pena. Acabando en bronca telefónica ese mismo día.
Todo esto, hizo que me replanteara si debía continuar o no aguantando todas esas actitudes hacia mí, y obviamente, decidí cortar por lo sano hace dos fines de semana (cuando me pidió una foto de la casa para saber si estaba o no en el pueblo). No contento con esto, y tras ser bloqueado en todas las redes sociales, se presentó el lunes pasado en la puerta de mi piso con promesas de que iba a cambiar y que iba a confiar más en mi (no le creí y sigue bloqueado en todas las redes sociales), estuvo toda la tarde detrás de mí, si yo caminaba rápido para que no me pudiera seguir, él se quejaba por lo que estaba haciendo – creo que no pilló la indirecta- haciéndose la víctima para chantajearme y que volviera con él, ni le perdoné ni me dio pena Eso no es amor, es acoso y me estaba agobiando. De hecho, mis compañeros de clase vieron todo lo que estaba pasando y al día siguiente en clase, me dijeron que si me volvía a agobiar que les avisara.
Si una persona te da paz, no te emparanoies por culpa de los celos y la desconfianza, déjala vivir. También está en su derecho de hacer lo que le plazca, cuando no estás con ella y si te pide que no vayas a verla durante un tiempo, escúchala. Te lo agradecerá y puede que la relación sea duradera, de lo contrario, harás que se aleje más de ti.
SIMILITUDES
Tanto la violencia doméstica como la de género, se aprenden a sufrirla y ejercerla. Por lo que, un niño que ha sido sometido a conductas violentas, tenderá a repetir este patrón cuando sea adulto y es importante que reciban terapia para romper este círculo.
Ambas proceden de la sociedad patriarcal en la que vivimos, que convence al hombre de que la mujer es un ser inferior y de su propiedad, contra el que usa la violencia tanto física como psicológica, mediante la desvalorización, para someterla y controlarla. También por la socialización de las mujeres como seres dependientes tanto emocional como económicamente.
Continuando este modelo a través de una educación sexista, tanto en los medios de comunicación, el sistema educativo, la religión, como en la familia, donde se perpetuan los roles machistas, que originan la violencia en pareja, al educar a la mujer para centrarse en los demás y los hombres en centrarse en sí mismos.
La Declaración de los Derechos Humanos, proclama que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Pese a esto, la mayoría de mujeres del mundo, son analfabetas y pertenecen a la zona de riesgo de vulnerabilidad, además de cobrar entre un 25% y un 35% menos que los hombres, sufrir mayores tasas de desempleo, violencia, maltrato y acoso sexual.
Por lo que se amparan en la defensa de las tradiciones culturales y religiosas, de las que se nutren las clases políticas, económicas y sociales para perpetuar su poder mediante las agresiones físicas o psicológicas, y que en algunos casos se ha considerado un derecho protegido por la ley o su ausencia.
Se distinguen cinco tipos de violencia de género y doméstica
Este tipo de violencia, se da por tres antecedentes que se unen al del sometimiento durante la infancia a malos tratos.
Acerca del maltratador aclarar que no es un enfermo, sino alguien que elige usar una conducta violenta bajo su responsabilidad y cree que sus actos quedarán impunes. Tampoco hay un perfil concreto de maltratador, pero entre sí, comparten algunas características como:
Pueden encontrarse en cualquier ámbito y la agresión a una mujer, es un modo de controlarlas y someterlas para poder hacer y deshacer sin consideración alguna hacia ella, mediante el chantaje emocional, alteración de la realidad, negación, pasar de ser “encantador” a faltas de respeto y críticas sin razón alguna e incluso, manipulación sociofamiliar.
En cuanto a la víctima, tampoco hay un perfil establecido, aunque comparten características.
Son mujeres que están totalmente anuladas por dentro y cuya capacidad de decisión está mermada por el miedo, la culpabilidad o la baja autoestima.
La poca capacidad de decisión que tienen, les paraliza ante la situación de violencia que viven.
Diferencias entre violencia de género y violencia doméstica
Comportamientos asociados a los malos tratos.
A) Traumatización: dolor físico o emocional que no se resuelve con los propios recursos.
B) Victimización: A causa de la violencia.
B1) Victimización secundaria: revivir situaciones una y otra vez en hospitales, policía, juzgados..
B2) Victimización terciaria: entorno directo
Resiliencia: Capacidad para superar una tragedia.
Empoderamiento: confiar en la propia fuerza para controlar tu vida.