En vano he intentado pensar en otras cosas o intentar disimuar de mi mente la idea de que te irás. No es como si fuera un secreto o un sentimiento de perdida, en efecto te vas .
Recuerdo esa frase de: "me diste un infinito en nuestros días contados" y mientras muchos recuerdan a Jhon Green por frases como "¿siempre? siempre" o "hay infinitos más grandes que otros" no es hasta que vives una situación donde se puede aplicar la frase que toma sentido toda tu existencia y tu perspectiva del libro. Cuando me dijiste que te ibas pense que esa era la fecha de caducidad, era el día en que todo se acabaría porque yo no estaba dispuesta a ser un estorbo para tu vida porque bastante trasteo ya llevas como para cargar con sentimientos que irán muriendo con la distancia. El problema es que me quedaban dos semanas de citas perfectas y de compartir 10 horas al día y hablar y pensarnos las otras 14 horas. Sí, tú te vas y yo me quedo aquí con los recuerdos acumulandose como a ropa sucia.
Te hice promesas que no me dejaste cumplir por tu afán de no apegarte, porque no te diste cuenta que yo setía lo mismo por ti, o incluso más, porque sin quererlo (sin siquiera intentarlo) me perdí en tus abrazos la última vez y nunca volví por completo. El problema es que de ti sólo me quedan tus recuerdos porque siento que te cerraste tan fuerte que me robaste hasta el olor de tus recuerdos. No creo que vuelva a encontrar en otros besos la calidez y el cariño que encontre en los tuyos. Eres y serás el recuerdo más bonito que me quedará estas pocas semanas y para el resto de mi vida, Medellín ahora será sinónimo de cultura y de ti, eres aquello que quiero recordar siempre con el mismo cariño que te tengo hoy. Te amaré siempre Gatito, gracias por haberte cruzado un rato por mi camino.
