Solo era algo de una noche
12 Jul, 2018
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No recuerdo en qué momentos comencé a soltar tantos "si" por los deseos que me acaloraban. Tenerte tan cerca hizo que declinara mi tranquilidad y solo irme por mi hedonismo.

No sé en qué momento subí por esas escaleras hasta la habitación, ni en qué momento empezaste a besarme, era difícil controlar mis manos que te desnudaban y acariciaban tu piel .
Dejé de pensar y disfruté cada centímetro y la vista que me ofrecías de tu cuerpo. Basta de sonreír cuando me besas, quiero miradas de lujuria y no ternura, solo quería que recorrieras mi cuerpo sin intentar algo más, algo que no podía controlar.

Solo es algo de una noche, ¡no metas sentimientos!, no es lo que busco, solo te busco a ti, una tentación.

Después de respiraciones entrecortadas, nos separamos y nos recostamos cada quien en un extremo de la cama, te sorprendió tanto mi frialdad ante la situación y no manteníamos contacto. No sé si fue por maldad, que tu cuerpo desnudo se dirigió al mio y me mirabas para llamar mi atención. Te miré desconcertada, pero me llamaba tu proximidad y tu sonrisa, entonces sonreí y volví hacia ti. No podía quitarme tu mirada y acercaste tu mano a mi cara para acariciarla.

Volviste al ataque y otra vez me hiciste gemir, recorriste cada parte de mi cuerpo y prendías la luz cada vez que a mi se me ocurría apagarla. Pensé que ya habías entendido el acuerdo, pero no fue así.

Sí, solo era cuestión de una noche; te desnudaste, pero el alma, ¡no tenías que hacerlo!, pero no escuchaste al sentido común y lo hiciste, me envolviste en un juego, ¡sentimientos no por favor!, no me hagas enamorarme de ti. Entonces cambié la conversación y te enteraste de mi edad. Susurrabas mi edad repetidas veces, no creías que la chica que tenias enfrente por lo menos era quince años menor que tú. Mirabas perdido al vació, repitiendo lo mismo, mientras yo sonreía coquetamente y con aires de superioridad, te diste cuenta que no eras tú el que me había llevado a la cama, ¡era yo! quien te llevo ahí.

Y otra vez tu mirada que se impregnaba en la mía, eran hermosos tus ojos y lo sabias, tu mirada era tierna y cerraba los ojos para que no me atravesara. Querías dormir y yo pensaba salir a fumar, pero tomaste mi brazo y me llevaste hacia ti, tus brazos recorrieron mi cuerpo desnudo y me apretaste, oliste por un rato mi cabello y dormiste. Me mantuve despierta, siempre en la realidad, no quería encariñarme ni extrañarte. Me separe de ti e instintivamente despertaste.

Cuando todo termino, decidí pasar a la ducha, no quería pensar en tus ojos, en ti, pero me seguiste, otra vez rebasando limites personales, pero acepté estar así contigo. Me encantó tu sonrisa después de que te vestiste y te tiraste en la cama mirando hacia el techo. Me acerqué a ti preguntando si todo esta bien, asentiste con la cabeza y me seguiste hasta la puerta, un paso a la realidad del mundo. Tu caballerosidad intacta, abriéndome la puerta de tu auto a las tres y media de la mañana. Todo el camino miré por la ventana con una pequeña charla entre nosotros, ¡ya no mas contacto! y tu egocentrismo resurgió, terminó todo ese comportamiento especial sentimental.

Llegamos al portón de mi casa e insististe en abrirme la puerta, me iba a despedir con un beso en la mejilla pero claudiqué cuando vi tus labios tan cerca, solo era el ultimo beso de despedida y no te conformaste con eso, me besaste con mas profundidad tratando de dejar huella en mi, como si no quisieras irte, después ¡te mire! y ya me había perdido.
Ya no iba a saber nada de ti y ahora te recuerdo cada vez que cierro los ojos.
¿Por qué me contaste lo mas intimo de ti? ¿por qué me miraste así?, si lo de nosotros solo era algo de una noche.
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Laura16 497 puntos 16 Jul, 2018 Laura16 497 puntos
wooow
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16 Jul, 2018
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