No habías terminado de hablar aún, cuando mis labios arrebataron los tuyos. Fue una deliciosa mezcla de placer, con todo el amor que te tenía, combinados, fue todo lo que esperaba que fuera, e incluso me atrevo a decir que fue más, aunque el resto podría atribuirlo a la excitación en el que en este momento se encontraba la fiesta .Las luces giraban y parpadeaban al unisono de la música, envolviéndonos a todos en el riesgo de la noche, bañándonos con sudor que en otro momento nos habría asqueado, demostrándonos que todos teníamos una faceta bien oculta, esa verdad nuestra que solo salia cuando teníamos algo con que cubrirla después, algo con qué excusarla.

Yo había encontrado mi justificación, y junto a ella mi osadía para hacer lo que ahora hacía. Solo quería tenerte conmigo, solo quería besarte sin importar esos intervalos de tiempo en que parecía quedarme sin respiración, quería disfrutar de ti, aunque solo fuera por esta noche, aunque después de hoy nos comportáramos como si nada hubiera sucedido, como si nuestros corazones jamás hubieran latido a un solo ritmo, como si nuestra mente no nos gritara que no alejáramos los labios el uno del otro

-Libro: Desgraciado Amor
-Autor: C.L